Se encargaría de dar una sintetizada información del valor histórico de la torre Eiffel, parte de la historia Parisina siempre vendría influenciada por los Americanos más que otros. Tras terminar volvía el mesero a preguntarles si iban a ordenar, se quedó observando la cartilla otro segundo.

— Quiero una merengada de fresas y vainilla con una orden de bolillos mixtos por favor —Unas bolitas de masa dulce con diferentes sabores de té — Y ¿Luka?

Ehh... Con que es la torre Eiffel.

—se sentó a un lado de la banca y saco su guitarra, no quería interrumpir su concentración tampoco quería dejarla así que tomo la decisión en esperarla a qué terminara tocando una melodía suaves con su guitarra se apego un poco al cuerpo de su compañera.—

— A veces mamá viene aquí para discutir algunos asuntos de negocios. Es un lugar agradable y esta es la mejor mesa

Poner esfuerzo en cosas, hacer de los momentos inolvidables, Kagami se esforzaba por dejar una buena impresión, de alguna manera socializar no era su fuerte, quizás con algo más significativo podría formar lazos con más personas. La cartilla les llegó pronto, las letras venían en la misma llamativa fuente que aquella que adornaba la entrada.

— La torre Eiffel es un espectacular arquitectónico —Dijo desviando su mirada de la cartilla al hermoso monumento —

—su semblante se impresionó por aquel ambiente era casi de otro nivel para el incluso llego a ponerse un poco nervioso y no sabía que responder, en ese momento libero su mano cuando tomo asiento en la mesa, sonriendo un poco mientras miraba la torre Eiffel —

Mira kagami, desde aquí la torre Eiffel se ve preciosa.

Ya se estaba acostumbrando a eso, ella entrelaza sus dedos a los ajenos mientras lo dirigía a la cafetería. "Deseos dorados" estaba escrito en una maravillosa y exótica cursiva en aquella cafetería, casi de etiqueta, se encarga la Nipona entonces de emular al registro hecho a su nombre para dos personas y un chaperon los escolta al segundo piso de la cafetería en la que había una mesa para dos con una vista a la Torre Eiffel. Se sientan a esperar que llegue la cartilla.

— Puedes pedir lo que gustes. Ojalá sea de tu agrado

¡Deacuerdo!

—con total normalidad volvió a sujetarle la mano como aquella vez y casi de forma natural sus dedos ya se habían entrelazado con los contrarios—

— De hecho, creo que llegaste justo a tiempo, una cualidad destacable

Siempre con esa seriedad y tecnicismo por el frente, aún así se alegraba mucho de verlo, había ya reservado en una cafetería elegante su salida con el muchacho, una forma de devolverle el gesto del helado.

— ¿Vamos?

—luego de practicar con sus amigos, ayudándo a recoger los distintos instrumentos miro el reloj de su teléfono faltaba poco para ver a kagami así que se apresuro para intentar llegar a verla.

Una vez que llegó escucho un poco sus palabras, llevándo la mano detras de su nuca sonrió un poco—

Lo lamento¿Te hice esperar mucho?

— Puntualidad —Le sorprendia eso un poco, había invitado a comer a su nuevo amigo y había llegado un par de minutos antes y él ya estaba ahí esperándola — Muy buenas tardes Luka