18-21, M
About Me About Me Notes
About Me
Nombre: Lucifer Galia.
Raza: Homúnculo.
Edad: 15 años.
Estado: Vivo.
Personalidad:
Lucifer es un muchacho que trata de disfrutar la vida aún frente a las circunstancias más adversas, un chico alegre en casi todas las situaciones que trata de adecuarse al mundo exterior, esto, debido a que ha pasado la mayoría de su corta vida a merced de los magos que lo crearon, por lo que trata de encontrar y combinar todas las emociones que tiene a su alcance. Esto muchas veces le trae problemas ya que no sabe cómo comportarse con otras personas o situaciones, por lo que es común que huya, porque si no controla bien su poder, podría ocasionar algo mucho peor.
Es alguien que exterioriza mucho sus emociones, aun cuando no quiere cuando sean públicas, una forma de saber qué es lo que siente Lucifer es el ver las flores que crecen en su larga cabellera rosa, las rosas rojas simbolizan la atracción de Lucifer, o el poco probable caso en el que se enamore, los lirios son la manifestación de su sentimiento de amistad y compañerismo por los demás, la betónica es la sorpresa, el geranio oscuro la melancolía, la ortiga es la crueldad, etc, mientras más número de flores se encuentren en sus cabellos, más fuerte es la emoción. Pero si no controla sus emociones, sus poderes tienden a descontrolarse también, desatando una selva de plantas si algo logra sacarlo de sus casillas.
Tiende a romper, cuestionar, o desviar las reglas que considera tontas o estúpidas a su favor, siendo alguien bastante astuto, y, aunque trata de no irrumpir en las que cree que son necesarias, se ha ganado una reputación de chico problemático. Otra cosa que lo tiende a meter en problemas es su nombre, por lo que a veces de usarlo completo, usa una abreviación de este con las personas, conociéndolo simplemente como Luz.
Trata de proteger mucho a quien aprecia, ya que perdió a muchos amigos por las prácticas de los alquimistas, y generalmente, son los únicos en lograrlo sacar de su catarsis cuando está muy pensativo o distraído. Una de sus alegrías es crear nuevos lazos afectivos.
Tiene interés es el romance debido a todas las historias que ha escuchado, siente que este es un elemento importante en la vida, pero al no conocerlo, a veces suele acercarse demasiado a alguien que particularmente llame su atención, sin saber si solo es curiosidad o si realmente es amor.
Aunque trata de hacer el bien, a veces siente las palabras de sus creadores muy en el fondo de sus pensamientos, especialmente cuando ve a una persona con poder abusando de este, o similares, piensa en lo fácil que sería el acabar con esta usando su magia, o cuando finalmente cree sentirse a gusto en un sitio, debe de dejarlo ya que siguen persiguiéndolo, y conoce bien los métodos de sus cazadores, podrían acabar con quien sienta cariño si está cerca, también piensa en que solo podría acabar con cualquiera que intente dañarlo, pero trata de mantener lejos esas emociones-
Historia:
Frank Dippel, fue un condecorado y prolífico mago que siempre estuvo al servicio de los reyes del reino de Flamel, a sus más de 60 años, había descubierto y creado muchos artefactos y usos para los objetos influidos de magia, pero aunque era considerado un genio en diversos campos de la magia, el tenía un especial interés y habilidad por la magia de curación, la herbología, así como en los diversos procesos alquímicos para crear pociones o materiales que ayudaran a la pronta recuperación mortal , durante años, las guerras y constantes conflictos entre los diversos reinos y países lo habían forzado a mejorar lo más que podía en la sanación, había visto mucha muerte, por lo que en los momentos de paz que había, se dedicaba a investigar en búsqueda de los remedios más antiguas, viejas practicas que le ayudaran no solo a sanar, si no que a mejorar al ser mortal y frágil que era el ser humano.
Un día, gritó a los cuatro vientos que lo había logrado, que por fin había conseguido el siguiente paso, no esperó a llevar las nuevas noticias al consejos de magos del reino para presentarles lo que el llamaba “El siguiente paso de la humanidad”, incluso el rey estaba ahí, era un pequeña esfera dorada, solo un poco más grande que la mano que usaba el mago para sostenerla, hecho de metales dorados y que giraba sobre su palma, a leves momentos, podía verse una luz blanca fluctuando en el centro, Dippel presentó a todos el “Núcleo de Gaia”, un dispositivo que concentraba el poder de la tierra misma en una magia nunca antes vista, la sorpresa no se hizo esperar en los rostros de los presentes, pero el no terminaba de asombrarlos, les mostró unos diagramas de sus futuros planes, este núcleo no estaba hecho para que los humanos lo usaran exteriormente, pero, podía servir como fuente de vida para uno, incluso tenía los planos, ingredientes y proporciones que tendría el cuerpo perfecto, al crear este y usar el núcleo como una especie de corazón, se daría a luz a la siguiente especie, un ser humano que pudiera concentrar la magia más allá de las capacidades humanas, un ser evolucionado que daría la vuelta al mundo con su poder, si le ayudaban, crearían un ser que no sería fácilmente herido, podrían ponerle fin a la guerra y al sufrimiento , el nuevo escalón en la magia humana.
Pero en vez de aplausos y vitorees, lo que escuchó fue un silencio sepulcral y al verlos, miradas de desprecio y asco, recientemente la guerra había acabado con muchas vidas y estaban esforzándose en construir, además, había un tabú que los magos y alquimistas no podían romper por más que la situación fuera critica, la vida, no podían jugar con ello, si no, los dioses y fuerzas primordiales podrían castigarlos, además, en dado caso de que quisieran ayudar a Dippel con su experimento, si esto se llegara a conocer, podría darse una nueva guerra con el fin de apoderarse del ser que estaba creando, era demasiado peligroso
Caballeros, magos de la corte y magos independientes fueron en su búsqueda, pero el astuto anciano conocía más trucos por lo que no tuvo problemas en salir de la capital, pero no solo él se retiró, sus palabras si habían alcanzado a algunos individuos dentro del consejo, 6 dotados alquimistas creyeron en la visión de Dippel y se alejaron junto con él lo más lejos que podían.
Usaron todos sus fondos y contactos a la mano para conseguir un lugar donde poder experimentar con el núcleo, un laboratorio abandonado al norte, un lugar desechado de una vieja guerra, ahí, los 7 magos trabajaron día y noche para poder crear aquel primer eslabón.
Días, semanas y meses pasaban y no lograban resultados, no importaba lo que hicieran, los cuerpos no lograban soportar el inmenso poder del núcleo de Gaia, los circuitos mágicos que hacían no eran lo suficientemente poderosos y terminaban quemando completamente el cuerpo, se habían estacado, las discusiones entre el grupo se hacían cada vez más intensas, el tiempo que pasaron alejados de sus familias y escondidos como ratas los estaban volviendo locos.
Pero uno de ellos, una alquimista llamada Sherley Marin, había encontrado una posible fuente que les pudiera ayudar, las antiguas leyendas decían que el cuerpo de muchos de los magos y guerreros más fuertes, aquellos que fueron considerados héroes, tenían circuitos mágicos increíblemente poderosos, por ello podían enfrentarse a las amenazas que azotaron al mundo siglos atrás, el silencio inundó la sala por primera vez, murmullos fueron de un lado para otro, pero al final, el consejo se dio cuenta de que no tenían otra oportunidad, esa era la única forma.
Para ese entonces, el corazón de los magos había sufrido un cambio, no solo habían trabajado exhaustivamente durante mucho tiempo solo en completar el proyecto, cuando llegaban noticias de su antiguo hogar, no eran agradables, muchos de ellos escucharon como sus familias habían sido masacradas en un esfuerzo por encontrarlos, otros se habían quitado la vida, y quienes sobrevivían, desarrollaban un dolor y rencor intenso por sus familiares, por lo que ahora dedicaban sus vidas en encontrarlos y matarlos.
Todos comenzaron a pensar que el mundo no necesitaba de idiotas que gobernaran como estos, si no que requerían de gente como ellos, visionarios que los guaran por el buen camino, el camino que ellos eligieran, no necesitaban de antiguos héroes o dioses, ellos serían los nuevos dioses, los padres de la nueva raza, el trabajo, el poder y la desgracia los había vuelto locos y ahora que tenían su homúnculo, lo criarían para que acabara con el pecado del pensaban que deambulaba por el mundo.
Y como primer paso, le colocaron un nombre, el nombre del primer rebelde, de quien trataría de llevar al mundo por el camino correcto, un mesías como ellos.
Así, fue como nació Lucifer.
Desde el comienzo, Lucifer fue consciente de que se trataba de un homúnculo, sus “padres” jamás le ocultaron el hecho, le dijeron que era un ser superior al humano y que estaba destinado a gobernarlos o destruirlos, dependiendo de lo obedientes que fueran a sus deseos, pero que en cuanto tomara el control del mundo, habría muchos más como él, seres dignos, a parte de que ellos siempre iban a estar guiándolo, gracias a la magia y a los procedimientos que usaron para crearlo, el había nacido directamente con un cuerpo cercano a la adolescencia, pensaban que así evitarían situaciones innecesarias en el camino para su ambición, igualmente, con el fin de controlarlo, los magos impusieron en él una restricción mágica a sus emociones, no podía sentir nada que no fuera dolor, además, con este, eran capaces de manipularlo, así no podría oponerse a ellos o lastimarlos.
Lucifer no tuvo ni un solo momento de tranquilidad, todos los días sin excepción era expuesto a severos e infernales entrenamientos para poner a prueba sus destrezas físicas y mentales, cuando no estaba sangrando después de innumerables ejercicios, su mente estaba a punto de estallar con toda la información a la que era expuesto, descripciones sobre estrategias, batallas, la historia de las guerras, todo lo que necesitara para ser ese soldado perfecto que buscaban, no les importaba el trato cruel que le daban, puede que para un ser humano fuera un entrenamiento fatal, pero él era más que un simple humano, por lo que con ese pensamiento en mente, no se arrepentían del daño que le causaban.
Mientras más avanzaban con el entrenamiento de Lucifer, los alquimistas cada vez se atrevieron a más con el fin de conseguir su meta, comenzaron a poner anuncios de búsqueda falsos en los gremios locales, pistas que guiaban a trampas a los soldados, o simplemente se aprovechaban de la bondad de los lugareños que encontraban en las áreas cercanas a los cuarteles que utilizaban, los secuestraban y los exponían a las mismas pruebas que al chico para comprobar a que nivel se encontraba con respecto al humano, prometiéndoles la libertad si lo vencían, era claro que no, en cada prueba, los humanos o perdían el juicio o simplemente morían, mientras que su creación pasaba las pruebas exitosamente.
Lucifer era superior en todos sentidos, incluso había soportado sin problemas una exposición directa a energía mágica concentrada, lo que había matado casi al instante a su competencia, y no era para menos, su rama mágica era la combinación del poder de un antiguo guerrero con la capacidad y poder del núcleo de Gaia, este, le permitía crear, manipular y fortalecer cualquier tipo de vegetación en casi todo entorno, pero a diferencia de otros brujos especializados, él podía imbuir sus creaciones en el llamado elemento sagrado, una característica que casi siempre se limitaba a las personas llamadas “héroes”, todos estos aspectos eran perfectos para que Lucifer se alzara en el poder en cuanto estuviera listo.
Al inicio, Lucifer fue fiel y sumiso ante sus “padres”, obedecía y acataba todas las órdenes y pruebas que le daban, pero jamás mostraba emociones complejas más allá del dolor y la angustia, aparte, nunca le interesó el “fin” para el cual estaba siendo preparado, solo se dedicó a seguir ordenes, aunque estuviera en contra de estas, no conocía otra forma de vida.
Pero un día, después de sus entrenamientos, Lucifer terminó perdido y sin querer había llegado a una celda donde tenían capturados a dos magos, un hombre llamado Luke y una dama llamada Anabeth, posiblemente los conejillos de indias de aquella ocasión, hasta ese punto, Lucifer jamás había visto a un humano real a parte de sus creadores, solo había recibido imágenes y descripciones de ellos, que eran seres vacíos, primitivos y que vivían en constante guerra los unos con los otros, seres que solo conocían la violencia como forma de comunicarse, al inicio se comportaron como se esperaría, gritando, golpeando la celda y exigiendo su libertad,
Anabeth, la mujer, comenzó a hablarle de forma dulce, preguntándole al chico diversas cosas, su nombre, edad, su cumpleaños, por alguna razón, parecía que la mujer podía ver que él no era del todo malo, así que le habló con genuina calidez, esto jamás había sido visto por él, los humanos eran violentos, destructivos, ¿Por qué se comportaba de otra forma? Se agachó ante ella y pronunció unas palabras “¿Qué es esa curva en tu rostro?”
Los días siguientes, Lucifer lograba escabullirse algunos minutos de sus labores para ir a la celda, y aunque Luke se comportaba de modo hostil con él y no paraba de exigirle que los liberara, Anabeth jamás se lo pidió, ella siguió preguntándole y contándole cosas del mundo exterior que desconocía, el solo había sido instruido en la guerra, la política y el combate, no había escuchado nada más por parte de sus padres, con el tiempo comenzó a imitar la curva que ella comúnmente hacía con su boca, muchas veces terminando en un extraño ruido de parte de Anabeth, un ruido escandaloso y estridente, pero que del alguna forma, era cálido, algo que ella llamaba risa.
Después de una semana, los alquimistas finalmente encontraron un uso para la pareja, y no tardaron mucho en morir, por primera vez, Lucifer sintió la falta de Anabeth, comprendió lo que habían hecho este tiempo, algo cambió.
Los alquimistas estaban demasiado ocupados pensando en si mismos para darse cuenta, el sentía dolor, mucho más dolor del que había sufrido en sus pruebas, de todos los combates y simulaciones que había librado, era una sensación tan intensa que sentía que en cualquier momento su cabeza iba a explotar, cuando lo dejaron en su habitación, ya no pudo más y dejó escapar un enorme grito de dolor, tratando de expulsar todo el sufrimiento que sentía, pero no contra los humanos como sus creadores querían, si no contra ellos, el shock había causado que la presión mágica se desvaneciera, por fin, Lucifer podía llorar, reír, y enojarse.
El tiempo pasó, y los hombres vieron con temor como Lucifer dejaba de ser el muñeco inexpresivo, se volvió más errático, más rebelde y siempre trataba de liberar a los prisioneros que llevaban, esto les estaba causando mucho daño, ya que mientras más escapaban, mas pronto darían con la ubicación de su cuartel, y no podían arriesgarse, trataron de volver a imponer el control mágico sobre él, pero las emociones que sentía eran tan intensas que el control se rompía al contacto.
Incluso habían usado todos los recursos que aún les quedaban para construir una jaula lo bastante grande y resistente para que Lucifer quedara en confinamiento, pero no era suficiente, cada travesura que hacía, provocaba la rabia en sus creadores, sobre todo a Dippel.
En todo ese tiempo, el resto de los magos comenzaron a dudar de su liderazgo, y tenían ideas diferentes de lo que querían lograr con el homúnculo, por lo que cada uno se enfocó en una creación nueva, aunque no pudieran hacer un homúnculo nuevo, podrían crear nuevas mejoras, armas, y quien consiguiera darle “el mejor regalo” a Lucifer, demostraría que estaba lo suficientemente calificado para ser el líder del nuevo grupo de dioses.
6 alquimistas, 6 regalos.
Se enfocaron tanto en su estúpida competencia, que Lucifer pudo usar su gran poder para escapar del lugar donde lo retenían e ir al pueblo, estaba emocionado de por fin conocer el mundo exterior del cual Anabeth le había dicho tanto, pero al llegar, el lugar donde antes estuvo el pueblo ya no era más que cenizas, ruinas y cadáveres por doquier, no comprendía, se suponía que los alquimistas no habían salido de la fortaleza, pero ellos no eran los responsables de la masacre, fuertes pasos hacían resonar el piso y frente a sus ojos, pudo ver un compendio de diversos ejércitos, no solo el reino de Flamel, si no que otros estandartes ondeaban, sin duda eran de otros reinos y comitivas que tenían el mismo propósito que Flamel, el encontrar y apoderarse del homúnculo.
Pero antes de enfrentarse a los magos, habían luchado entre sí para destruir a los más débiles y ni siquiera diferenciaron entre enemigos e inocentes, nadie más debía de salir de la existencia de aquel ser, el ver tal brutalidad provocó en el interior del chico otro sentimiento nuevo, el del miedo y el asco, no podía creerlo, no era lo que Anabeth le había dicho, los humanos eran agradables, no unos monstruos como los que Dippel pregonaba, puede que el viejo tenía razón después de todo.
Por suerte, Lucifer pudo esconderse mientras solo podía observar la batalla de los reinos en contra de los alquimistas locos, quienes, a pesar de estar en sus investigaciones y ambiciones, dieron una gran pelea, Lucifer estuvo en primera fila al ver como sus creadores perecían ante los ejércitos, pero también vio como muchos soldados valientes caían ante ellos, pero lo que mas le sorprendió fue el sentirlos.
En el campo de batallas unas presencias se estaban haciendo ver, avanzando a través de los soldados, seres que desprendían un aura mágica muy similar a la del muchacho, era aura sagrada, no había duda, de aquella de la que solo aquellos campeones de la tierra conocidas como héroes, podían tener, pero no, se suponía que debían luchar por el amor y la justicia, pero en cambio, vio sus armas llenas de la sangre de los enemigos y de inocentes, también observó como ellos se lanzaban en contra de los alquimistas, manchando sus lujosas ropas y rompiendo sus costosos amuletos mágicos.
El evento fue posteriormente conocido como “La tragedia de Chesire”, todos decían que la destrucción fue por los alquimistas, quienes habían creado a un poderoso demonio y fueron héroes de diversos países y reinos quienes valientemente le quitaron la vida, pero esas leyendas están mal.
Actualmente tanto Flamel como otros reinos siguen buscando al homúnculo, saben que los magos si lograron crear realmente uno de ellos, pero todas las investigaciones habían muerto junto con ellos, también el paradero de los 6 regalos era desconocido, de alguna forma lograron dispersarlos antes de morir, habían cumplido su propósito, que sus nombres fueran recordados para siempre, aunque no de la forma que esperaban.
En cuanto a Luz, aun sigue debatiéndose, observó la crueldad humana ese día, sabe ahora que parte de lo que le dijeron Dippel y los otros fue real, pero también había observado la otra cara de la moneda, descubriendo las maravillas que Anabeth le había contado, ella nunca le mintió, por lo que ahora se le ve en diversos sitios, vendiendo hermosas flores y prestando sus servicios ocasionales a los gremios, buscando su camino por encima de los que ya tenía frente a él, y aunque debe de abandonar todo lugar en el que se siente cómodo por los autodenominados “héroes” que lo persiguen, sigue luchando por crear un camino nuevo, lejos de los dos ya trazados.