Era como un niño indefenso buscando resguardarse en un lugar cálido y seguro, sin duda se quedó con él y logró acurrucarse con él para que supiera que estaba ahí, le ha brindado un pequeño beso en la frente antes de volver a reposar con el Wurm.
Se encontraba dormido al lado de su amada, respirando suavemente, su enorme cola rodeando la cintura de esa hermosa carnero, mientras sus párpados cubrían sus ojos carmesí, le apegaba un poco contra su abdomen, de modo inconsciente como si inevitablemente quisiera tenerle allí completamente apegada contra sí.