Alejo la mano apenas este lo tomará sin problema, le hizo sonreír de la nada, aun más que lo disfrutará a su manera, al parecer era la primera vez que come algo dulce como un pequeño chocolate, era buena haciendo tales cosas también y para eso tenía que dedicarle tiempo.
— En efecto, no es carne.. Se llama chocolate, ¿alguna vez te han dado de probar un dulce?, estos bien se comen de vez en cuando como un antojo. —
Y por como este lo dijo parecía ser que no pero de todas maneras no es algo que a este le disgustada comer, tal vez le haría unos cuantos más adelante, igual que otras comidas que seguro este desconocía y eso le daba ánimo. Pronto se ha dado cuenta con cierta distracción al ajeno y eso la intrigó al punto que ladeo un poco la cabeza.
— ¿Sucede algo, Alastair? —
Llevó las pequeñas manos sobre la ajena para acariciar la misma, como buscando reconfortar y querer hacer que le tenga confianza para abrirse a
— Hrmm, definitivamente no es carne, pero... Sabe bastante bien, diferente. —
Dijo luego de abrir sus fauces para degustar ese dulce entre sus dientes afilados y lengua asomando la última un poco más para evitar que se lastimara con su los afilados perlados. El varón arqueó suavemente su ceja, claramente le parecía curioso cómo podía de estar de ese humor todo el tiempo, a diferencia de sus hermanos a Alastair le gustaban las cosas simples, tenía la sangre de conquistadores y por eso batallaba de modo tan brutal para defender lo suyo pero... sin duda las cosas más simples y no elegantes y pomposas le daban más calma.
Sus ojos le observaron por unos momentos más y simplemente bajó su mirada pensativo, mirando su mano y cerrándola en un puño. Sabía que había algo que quería proteger.
La verdad es que es bastante lindo que se quede donde su hogar y disfrute un poco más de la libertad, puede imaginar que tantos años ha vivido en soledad cuidando de él territorio que le fue encomendado al Wurm. Servía que ella también tenía algo de compañía además de sus pequeño rebaño el cual cuidaba, claro ha preparado unos dulces en lo que este dormía, lo único que tenía que hacer era esperar que él despertara y claro que parece este se ha percatado de la presencia de la ovina.
— ¿A-Ah?, siempre estoy de humor.. Eso creo.. Además quería que probaras este dulce. —
Sus mejillas se han puesto algo rojas al principio por como ha dicho eso, pronto llevó dicha golosina hasta los labios ajenos esperando abriera la boca.
— ¿U..uh? — Despertó en el pasto luego de haber dormido una laerga siesta justamente en el pasto del patio de la propiedad de Lucette, era bastante tranquilo y la verdad podía disfrutar de su compañía, ya que su gran reino sin nada, literalmente como lo decía el nombre estaba siempre desolado excepto por él, más aún que sus sobrinos restantes habían creado un nuevo camino. El varón frotó su ojo derecho y soltó un pequeño gruñido para sonreír luego con levedad al verle irradiar tal alegría.
— Alguien amaneció de buen humor, me pregunto porqué ha de ser. —