— Bueno, no es cualquier biblioteca como lograste ver... Mi madre, era una hechicera bastante poderosa, me dejó todo su conocimiento y grimorio, y si bien soy un guerrero, pues acudo a algunos trucos arcanos cuando los necesito. Quizá tú puedas sacarle mejor provecho que yo... — Bien supo que Lucette tenía más facilidad para aprender lo Arcano, ya que Alastair lo hacía pero de modo más instintivo. En ese momento, escuchó las palabras de ella, y cerrando sus ojos acotó con algo de seriedad mientras caminaba a su lado. — Ya tenemos un rostro, ahora debemos planear cómo hacer para atrapar a ese tipo y encontrarle.. ¿Crees que ir a tu vieja casa quizá nos de pistas? —
— Bueno, es que nunca había conocido a alguien que tuviera en posesión una biblioteca. —Más bien era nuevo que alguien tuviera un lugar con mucha información escrita en libros y aun mas de diversos temas. De hecho se ve notable como este parecía emocionado por aquello, a veces se pregunta si eso será bueno o malo.— Ahora que tenemos el objetivo, hay que tratar de no tomarlo muy a la ligera. —Si bien recuerda que su difunta madre le comentaba lo fuerte que era su padre e incluso ella misma lo ha visto en batalla. Tenía una idea de lo que pudo pasar, si bien el que reinará un carnero tal vez no sentaba bien para otras razas que bien consideraban como una raza débil como los de Lucette. Ahora bien la chica sólo busco Acariciar un poco el brazo del más alto.— Te agradezco quieras ayudarme en esto. —
— Bueno, pero según recuerdo no soy el único experimentando cosas nuevas, estoy seguro que la visita a mi biblioteca te abrió los ojos en muchos aspectos. Ahora sólo falta ir a por aquellos que causaron todo. — Dijo de modo casual, sonriendo con malicia luego, la idea de una cacería le hacía hervir la sangre en el buen aspecto. Inclusive mientras ella caminaba a su brazo, pudo notar como este se tensó de anticipación, el tipo se veía fuerte, aunque no quedaba claro por cual razón había tomado la vida de los padres de Lucette.
— Ya veo, aunque no te ha dado tiempo para experimentar cosas nuevas, así que algo distinto no vendría mal. —Sí, algo muy curioso de lo que se ha dado cuenta es que tien esa extraña expresión tan común en él, tanto que la menor trato de imitarlo, ¿cuál era intención?, hacerlo reír por supuesto aunque claro había una gran diferencia ya que seguro tendría otra imagen de ella solo por hacer eso, como algo adorable.
—Bueno, siempre he vivido de modo muy intenso, inclusive en mis tiempos de relajación siempre ha sido al límite. Es como fui criado, listo para atacar... Esto es distinto, y en este caso lo distinto es bueno. — Dijo frunciendo un poco sus labios y su entrecejo, no porque estuviese molesto sino porque realmente era algo que traía sobre sí, por el tipo de vida que había forjado a esa bestia llamada Alastair, una que como ya comprobó en anterioridad, llevaba gran sabiduría.
Cabe admitir que se ve más natural sin aquella apariencia, imagina que es la forma en la que siempre trata de estar ya que suele estar acostumbrado a ello o por otra cosa tal vez, esta mantuvo su atención en el varón en todo momento y si recuerda le ha dicho algo sobre eso.— Bueno, si usted recuerda lo que dije, ¡seguro encontrará ese propósito!, en ese caso yo puedo ayudar, así que de esta forma creo que será más sencillo hacerlo. —La joven carnero se veía bastante animada tras decir aquello, está muy acostumbrada ayudar a otros que su emoción vuela hasta los cielos.
— Bueno, cómo te dije antes, mis sobrinos ya no necesitan que los cuiden, por ende tengo más libertad y menos propósito... Ya tampoco hay grandes amenazas que destruir por el momento. — Admitió con esa voz ronca y fuerte aquel varón que caminaba a su lado, vistiendo ropas casuales, pero a pesar de ello dejaba ver esa enorme cola que era parte esencial de su exoesqueleto.
— En realidad pensaba que uno tiene ocupaciones, y si bien se ahora a lo que más o menos se ha dedicado. —Aun así la compañía ajena le haría feliz un rato, esta al final le tomo del brazo y se recargo incluso con sumo cuidado, al final le dedico una pequeña sonrisa.— ¡Me alegra al menos sacarlo un rato a pasear!—
- Sabes bien que sería tonto decir que no. Sin un propósito y claro teniendo buena compañía. - El alto hombre le ofreció su brazo sonriendo un poco mientras le observaba de perfil, notándose como un afilado colmillo se asomaba.
— Puede ser, ¿gustas acompañarme? —Dijo con una sonrisa, desconoce si salir así de la nada serían gustos del contrario, igual no pasaba nada si le decía que no.