— ¿Viejo? ¿A quién le dices viejo?, Feto recién sacado.—

A pesar que no se llevaban tanta edad no le gustaba la idea de ser mayor y tener que responsabilizarse, ese tipo de tareas no iban con su imagen o actitud inmadura.

— Yo se que quieres traer esa botella a papá, vamos.—

Guiño el ojo de forma coqueta para hacerlo rabiar aún más.

—Ah....

Resoplo girando los ojos aprobando poco su acción. Tomando una bocanda de aire su furor y desliz debía ser corregido por los modales con los que lo habian inculcado después de todo.

—Asediadarme no te servirá de nada, en efecto ire por esa bebida pero será para mi, estúpido viejo..—

— Ella me ama por ser un hombre apuesto, creí que estaba soltera hasta que te ví... Todo saldría de maravilla si no existieras.—

Chocó mirada contra esos ojos que brillaban como zafiro, le gustaba retar al menor aunque sus palabras eran muy pesadas y rudas denotando así su resentimiento contra el.
De forma infantil le hizo una cara de burla y saco su lengua para mayor irritación.

Sus grandes ojos azulados se clavaron similares a navajas sobre el contrario, incluso arruinando su recta y arrogante postura, empuño una mano amenazante.

—¿ah?! Te creés demasiado para solo ser un aprovechado, algun día mamá se dara cuenta de tu farza maldito, solo la razón de que la hagas feliz es lo que me detiene de no echarte de aquí —

— A casó quieres que llame a Elizabeth y te regañe por no obedecer a tu nuevo papá, te puedo arruinar tu mesada si no me traes el licor ahora.—

Cruzó sus piernas que yacen encima de la mesa y con un gesto de arrogancia quería doblegar al adolescente rebelde.

-No haré nada que coloque mi dignidad en juego, viejo inepto-

El adolescente yacia recargado sobre el fino marco de la puerta sumergido en in gesto asqueante, de brazos cruzados.