-Soy más que eso, mi estimado. Soy un artista de la muerte, un verdadero verdugo malnacido de éste legado de sed eterna. Pocos son los vampiros que saben apreciar la verdadera esencia, es decir, la frágil línea entre la vida y la muerte. -Le observa de reojo, sintiendo su cercanía e identificando la esencia del rubio.-

- Los humanos sólo son ganado, se reproducen cómo cucarachas y mueren como animales... Con la cola entre las patas. Es divertido ver sus rostros cuando están a punto de partir de éste putrido mundo.

.- Se pone de pie con gracia , y con una costumbre adoptada de sus noches de fiesta junto a la vitalidad humana saca un cigarrillo, el cual se enciende con el solo toque de sus labios.-

Con cautela niño que no sabes que si abusas del ganado la comida escasea? .- Dice rodeando al menor, lo huele en el, es menor, nacido de la carne de un inmortal como un infante que no conoce el mundo .-

Sé más que solo un animal sediento ~

- ¿270 años? Vaya, ya eres un niño grande. -Comentó sarcástico propio de cualquier adolescente pícaro y burlón, esbozando esa gelida sonrisa propia de un demente.-

-Eres mayor a comparación mía, pero bahh... Esas son puras estupideces, mientras haya sangre qué beber y degustar, lo demás poco importa.

La vida? este corazon no palpita hace 270 años , ah joven criatura la única voz que me acuno hace tanto yace en un recuerdo sepultado

.- Lestat sonríe, con el encanto nato que trae en las venas desde mucho antes de sucumbir sin pedirlo a la vida eterna.-

-Kanato, el hijo menor de la familia Sakamaki esbozó una tenue y gelida sonrisa, porque aquella es una bella sensación obtener la atención de alguien, y no es cualquier criatura, sino un vampiro más.-

- La memoria de una mujer, son los versos de una canción... La vida duele, te curaré, duérmete y sueña ¿Te acuna mi voz?