— Bien, ahora con mayor razón tendrás que usar las ropas que no te gustan — No pudo evitar reír pero este solo se había sentenciado a ella, no pudo evitar llevar su mano hacia su ojo y secar aquella pequeña lagrima que había escapado por intentar contener la risa.

—No te fallare

Le respondió con una firmeza en su voz bastante notoria. No como amenazante si no más bien con una marcada disposición de mantener la integridad de sus acciones lo más que fuese posible, no permitirá que nada le haga daño

— Su mano se poso sobre la de este apretando la misma con suavidad, creería en sus palabras, ¿Por qué no lo haría? Lo conocía desde hace mucho tiempo, y ahora ella se quedaría junto a el y no le fallaría, así que asintió, la emperatriz decidió confiarle su vida, y también tomarlo como su mano derecha para su protección.

— Estoy bajo tu cuidado.

Un poco de civilización existia aún en su persona, algo que mostró cuando su porte se hizo firme. Ante sus palabras asintió dos veces, mientras de este modo sus ojos los fijó completamente sobre ella, es asi que esbozó una sonrisa, mantenía su mano ofrecida completamente para ella

—Mientras tanto, me encargaré de protegerla

— Como siempre Sho sabía ser atento y escucharla en todo, verlo con aquellas prendas le hacían lucir bien y hasta apuesto ante la mirada de la emperatriz pero esta intento no pensar demasiado en ello, pero, estaba sola, no tenía nada de malo si lo observaba con curiosidad, pudo sentir el rose de aquellos dedos con los propios, le miro atenta sin saber que hacer.

— Se que así sera.... Estoy agradecida, tus consejos me ayudarían mucho en algún tratado de paz

—Me encargaré de hacer las cosas bien por ti, quizás no sepa precisamente gobernar pero… te ayudaré en lo que necesites

Es agradecido, eso lo muestra en la manera como le responde. Asiente dos veces en esto, para de este modo fijarse de nuevo completamente en ella, sus dedos estaban ligeramente cerca de tocarse

— Dio una leve reverencia en modo de agradecimiento, para ella y para los del palacio sería mucho mejor, más cuando se avecinaban otros politicos para llegar acuerdo con algunos tratados — Estoy agradecida por tu disposición Sho.... Se que tomara tiempo, pero estoy dispuesta a ayudarte en todo lo que necesites.

No mentia, la verdad es que se habia vuelto un poco salvaje con el tiempo fuera de lo que se supone era civilizacion. No es precisamente algo por lo que culpar a otros, simplemente se habia desacostumbrado. Es en esto que, cerro sus ojos por un instante antes de responderle.

-La verdad creo que ... aunque no es mi preferencia puedo acostumbrarme poco a poco

— Lamento que no sea cómodo para ti, pero es protocolo y además muchas doncellas del palacio han dicho que llamas mucho la atención.... Quiero decir, no se como decirlo al parecer las provocas, solo porque andas con paños menores... Pero bueno es lo de menos — Intentó recuperar la compostura como la emperatriz que era no podía mostrarse avergonzada o incomoda, aunque no lo estuviera — De verdad siento mucho que debas usar estas ropas Sho

-Sigo sin acostumbrarme mucho-

hablaba de la prenda, luego de la caida de su hogar simplemente no encontraba gusto en usar vestimentas mas... formales, un poco gracioso a decir verdad, pero era su forma de verlo.