LordSaladin

[code]Miércoles de matine. [/code]

Eso era el ombligo de la semana para la rubia, quien se perdía de sus responsabilidades para ir a sumergirse en otros mundos, en otras historias, para fingir ser alguien diferente.
Es que su amor por el cine era grande, incluso había dado con un viejo teatro en donde hacían “meses temáticos”. Febrero de los 80’s, tenían una lista de las películas que pasarían en el transcurso del mes, las de ese día eran Back to the Future y Dirty Dancing. Hasta ahora no había visto ninguna, bueno solo la segunda, de la primera nunca tuvo mayor interés, se alisto desde medio día, luego de comer en el restaurante de Gretta.

Una vez lista se dispuso a ir, para las dos funciones compro palomitas, pero en la segunda vez se añadió una barra de chocolate, gomitas, un hot dog, varios le quedaron viendo ya que iba sola, disfrutaba de esos momentos y que mejor manera que viendo una buena película.
La primera cinta no fue de su agrado, no comprendía que de maravilloso tenía, tampoco asimilaba el hype que tiene la gente por está, pero en gustos se rompen géneros. La segunda estuvo mucho mejor, tanto que termino por descargar varias de las canciones, por lo que mientras esperaba a que se vaciará la sala se dedicó a entonar sus favoritas.

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Se quedo hasta lo último cuando los créditos ya habían cesado y comenzaban a limpiar la sala para la próxima función, pues manejaban dos horarios. La rubia iba a pasos danzarines por el pasillo, moviendo los hombros con suavidad, irónicamente había terminado con un muy buen humor, cosa que no era usual en ella. Sumergida en sus pensamientos estaba hasta que sintió la imperiosa necesidad de alzar la vista pues la sensación de alguien viéndola le llamó. Sus irises fueron a parar hacia enfrente, justo a un hombre de un porte familiar muy familiar al borde del peligro. Cada vello de la piel se le erizo al mismo tiempo que sus pupilas se dilataron, paso saliva volviendo su andar más lento y pausado, entre queriendo y no seguir caminando. Se quitó el auricular derecho dejando expuesta su audición, pero conforme avanzaba las costillas oprimían su corazón, sin embargo, también al verlo de más cerca notaba las diferencias que habían... Tal vez solo estaba confundida y era alguien muy parecido a él... ¿Malcolm? Hacía tanto tiempo no pensaba en él, desde que se rehabilito, no supo cómo fue que regreso a Manhattan simplemente ahí se encontraba, luego de haber estado perdida por quien sabe cuánto tiempo.

Cuando se dio cuenta ya estaba frente al extraño, volvió de su ensoñación con una sonrisa de lado, un mero gesto para amortiguar sus recuerdos.
—Creo que le he confundido con alguien, disculpe... No era mi intención invadir su espacio... —retrocedió unos pasos, apreciando la silueta del varón, su ojo no era real lo podía notar por el brillo opaco de este, aunque las dudas todavía rondaran su cabeza, igual era posible que fuera un pariente. Más no recordaba que hablarán de ello. Todo el tiempo que estuvo con él y no le llegó a conocer, pero es que nunca se termina de conocer a las personas, suspiro negando un par de veces, con esa vestimenta y ese corte de cabello se veía más joven. Podría pasar por una joven universitaria. Río por lo bajo con nerviosismo.
—Debería irme... —eso dijo pero su cuerpo no la dejo dar otro paso, se quedó como estatua a merced de lo que fuera a decir o de la reacción del hombre.