La servanto no dijo nada, solo se limita a escuchar todo lo que el contrario decia, lo que a ella no le gustaba era el caos al saber lo que estaba por pasar no dudo ni un minuto en ofrecer su ayuda para evitar que dicho evento se lleve acabo, mientras deja su espalda aun lado estado ahora de rodillas
Por mi deber como primer capitan de division, yo Okita Souji le voy ayudar-.Dijo la servant como jugarmento de lealtad esperando ahora que comenzara con lo que debe hacer justo ahora.
La servant se quedo quieta mientras escuchaba las palabras contrarías, mientras solo apoyo la mano en el mango de su katana, por ahora esta un poco mas calmada al saber que no tiene por que pelear, aunque eso no quita que el hecho que haya sido llamada pueda que se necesite de su poder y sus habilidades en la pelea.
Bueno es agradable saber eso...pero aun así tengo curiosidad en saber.... ¿Que es lo que es muy importante para que haya sido llamada?-. Esa fue la pequeña duda que afloro en la mente de Okita, al escuchar las palabras de su master en ese momento, mientras la joven tomo su mano para estrecharla.
*Un enorme parque adornado con juegos y atracciones es un lugar idóneo para la creatividad de aquella etapa difícil de olvidar, conocida como "infancia". A un costado del sitio, yacía la barda semi caída de una escuela de bajo prestigio, a su vez, muy solicitada cuando se detectan problemas de aprendizaje y conducta en los menores, indudablemente es un internado.*
*Entre aquellas sombras yacía un alma inocente que juega con una serie de hojas sueltas de papel, dibujado infantiles trazos de tono rojo carmín. Una infante que oscila entre los seis años de edad, de blanca piel, cabello rizado y de tono castaño. Su vestimenta era nada más y menos que un uniforme de escuela que constaba de un jumper de tono gris, un suéter azul marino, calcetas blancas y zapatos negros bien lustrados, una forma ideal de caracterizar a todo estudiante de cualquier nivel.*-
- No es suficiente, necesito más material. -Dijo en susurro en tono de preocupación, levantándose del piso y guardando aquellos dibujos que realizó con ésa tintura de hedor ferroso y fresco, sin duda es sangre. Un líquido bastante escandaloso, polémico y poco encantador para la mente "sana".-
*Entonces, divisó con su mirada a una dirección del parque, precisamente aquella dónde yacen la libertad y el silencio total. Sin mayor preámbulo, continuó su camino por el desolado parque antes de regresar a la escuela en el momento exacto, cuyo propósito es impedir ser descubierta por alumnos o autoridades de la institución. Caminaría con mucha cautela, pero aquel silencio se vió abruptamente interrumpido por el estruendoso ruido de una bala, ¡Si, alguien había muerto y eso significa que habrá más material!. Curiosa, inocente y juiciosa apresuró el paso para llegar a la escena del terrible desenlace: Un integrante de la manada de vándalos accionó accidentalmente el gatillo del arma, la bala acertó directamente en la zona frontal del rostro y saliendo por detrás de la cabeza de la "víctima", dejando a su paso un enorme orificio, materia cerebral dispersa por el piso y un voluminoso charco de líquido carmín que paulatinamente se iba esparciendo. El resto del grupito salió de ahí huyendo como ratas hacia un escondite.-
- Esto es ... fascinante. ¿Realmente puede hacer ésto una pistola? -Se acercó tan rápido como vió el finado cuerpo de aquella persona, víctima de un asalto fallido, comenzando a recolectar de aquella sangre con sus pequeñas manos, sintiendo la resbalosa contextura y la gelatinosa sensación de la materia cerebral que yace en ésa sanguinolenta mezcla de tejidos, hueso y sangre.-
*Entonces notó el arma a un costado del cadáver, y sin importar las consecuencias, la tomó y guardó en su pequeña mochila, luego prosiguió en retomar su mórbida curiosidad por tocar, observar y comprender la última etapa de la vida: La muerte.*
-Desde el trono de los héroes, una figura con una túnica sobre su cuerpo se levanta, sintiendo como alguien la llama, una sonrisa se deja ver, mientras desaparece del lugar, la luz intensa del sello de invocación cada vez es mas cegadora, mientras el espíritu heroico toma forma frente a aquel hombre que había hecho su llamado, apareciendo una vez que la luz cede, en medio de aquel circulo, como la leyenda del shinsegumi, siempre habla de hombres, es normal que uno espere tomarse con un varón pero ese no fue el caso, en el circulo se rebela una joven de cabello corto y rosa claro, lleva ropas de la época de antigua de Japón y la gabardina del shinsegumi, en su cintura lleva sus amadas katanas, cuando la joven aparece completamente se acerca a él con una sonrisa-
Servant clase Saber a acudido a tu llamado...¿eres tu mi master?
-En vez de un hombre, era una mujer quien estaba frente a aquel sujeto que había hecho el ritual de invocación....¿que sera lo que estaba pasado?
