Honestamente no pensaba que aquella convocación le regalaría algo tan único, pero algo de lo cuál tenía tan poca información. Era curioso sin duda que su rostro le recordaba a alguna persona que vio en compañía de uno de los alumnos de la Torre del Reloj, quien habría sido Shirou Emiya, o en ocasiones la misma Rin Tohsaka, una prodigio de las 5 familias que construyó el Grial de Fuyuki. La verdad era que entonces volvió a recobrar su compostura, puso el catalizador en el bolsillo de su chaqueta y extendió su mano mostrándose sin duda los Sellos de Comando, al tiempo que sus ojos obscuros observaban a BB, añadiendo con esa voz profunda pero calmada y elegante.

—No sé qué propósito tenía en mente aquel que me dio tu catalizador, pero sé que si lo hizo es porque algo extraño y bizarro se acerca hacia nuestro horizonte BB. Haré lo posible para mantenerte a flote, contenta, y fuerte mientras te encuentres a mi lado; claro, mientras tú me pagues con la misma moneda. —