Una última calada de su cigarro fue hecha por aquel varón británico, caminando con pasos tranquilos a lo largo de aquella mansión que parecía estar cerca de una línea ley de Inglaterra, caminando con pasos cubiertos de zapatos elegantes mientras se notaba aquella mansión desolada pues su "hermana" había partido a una misión diplomática de la Torre del Reloj.

Algunas malas lenguas y contactos dentro de la Torre le habían dicho sobre una posible singularidad, incursión o en el peor de los casos una nueva guerra del Grial. Fuese cual fuese el motivo sabía perfectamente, que con los avances de la Torre del Reloj, algunas investigaciones a Chaldea y otras incursiones, la capacidad de mantener Servants en el mundo además de las Guerras por el Grial era una posibilidad. Y con esos fidedignos contactos entendió que habría que hacer algo que no deseaba hacer, traer a un nuevo compañero que luchara a su lado.