-el moreno no pudo evitar aquella conversación con gusto, una enorme sonrisa, en verdad, su trabajo como observador aveces le procuraban momentos hermosos como este, por lo que decidió retirarse un momento. Tardó unos 20 minutos pero abandonó su apariencia espiritual justo en frente de ambos hombres no muy lejos con una gran botella de vino -
El rey que casi conquista a todo el mundo y su escudero reunidos de nuevo, creo que esto merece un brindis no creen caballeros?
― ¿Suicidio en serio? Gah... Todo este tiempo seguí tu consejo, es verdad que no me volví el hombre más sonriente, o celebratorio, pero sin duda continué con mi sueño y lo volví realidad. De hecho luego de lo sucedido, fui responsable de la destrucción del grial corrupto de Fuyuki.
Explicó con algo de seriedad, posando un cigarro entre sus labios y frunciendo su entrecejo, inclusive se le pudo notar un puchero sobre su rostro, mientras pateaba una piedra un tanto fuerte, realmente había algo que le había molestado sobre manera.
― ¿De verdad creíste que no podría seguir adelante luego de todo lo que aprendí en esos tiempos? No es como si ¡Uh!
Sintió nuevamente aquella palmada que casi le hizo perder el equilibrio. Aquel mastodonte no cambiaba. Uno del que aprendió sobre manera sin duda alguna, y de quien aprendió fortaleza.
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¿Lecciones? ¿Profesores? ¿Lord El Melloi II? ¿Responsabilidad?
- Ciertamente esas palabras no iban para nada con aquel mocoso que conoció hace tiempo, le era imposible no volverse a carcajear, pero esta vez más efusivo y divertido por no encontrar relación entre su antiguo amo y el actual. -
¡Me he perdido de muchas cosas! Aunque, es bueno saber que seguiste con tu vida luego de mi partida. Estaba preocupado en que cayeras en depresión o peor aún, el suicidio.
- Exclamó en tono dramático y con su respectiva voz estruendosa, a medida que jugó un poco con sus manos y expresiones exageradas, aunque finalizó con una enorme sonrisa luego de una buena palmada en la espalda del varón. -
Me alegro por todos tus logros, tienes mi respeto, Lord El Melloi II. ¿Un nombre más difícil no podías haberte elegido, verdad?
― ¿Eh? ¡A-ah! Deja en paz, no vaya a llegar a dar lecciones con el cabello desarreglado, ya tengo suficiente con lo que dicen de mí en la Torre del Reloj.
Dijo frunciendo su entrecejo, para así intentar acomodar las hebras de su cabello por entre sus dedos, caminando un poco hacia el lado, para así cruzar sus brazos y añadir.
― No sé si lo sabes pero ahora soy uno de los más prestigiosos profesores e investigadores de la Torre del Reloj. Se me conoce como Lord El Melloi II, pues al haber fallecido Kayneth, mi "mentor", tomé cierta deuda y responsabilidad para con su "casa" y sucesora.
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¿¡Uno de los más altos!? ¡Deben de ser todos hobbits en ese lugar!
- Soltó una exagerada carcajada al tener esa imagen mental en la cabeza, era obvio que solo lo molestaba y para demostrárselo, apoyó su pesada mano en la cabeza ajena para despeinar con total confianza sus cabellos. -
