Mmjm. Ya es hora ~ —Un minuto y ya no estaba dispuesta a quedarse sin su ración de él. —

—Suspiró al sentir sus acciones y lentamente frotó los labios contra su cuello— Creo que ya es hora, ¿No? —Ignoraba si era el caso pero iba a dejarse llevar por el momento—

Y yo iré a donde quieras... —respondió después de terminar de darse una mordida en el labio, y ¿por qué no? De restregarse contra su regazo. —

Muy bien. Me alegra entiendas eso y que no se den malentendidos —Besó el lóbulo de su oreja para luego volver a reposar el mentón sobre el hombro.— Eventualmente tendremos muchas apariciones sociales así que quiero acostumbrarlos a la idea de que tengo pareja.

—la brisa cálida en la que se había convertido su aliento le dio un suave escalofrío que recorrió cada centimetro de sí. Incluso tuvo que exhalar apenas para poder contener cada emoción que le llegaba. — Sí... —finalmente respondió, con ese toque apenas más agudo que solo usaba con él. — Somos mas que master y servant.

—Inclinó su rostro cerca de la oreja ajena, susurrando al oído— Entonces acepta eso que somos va más allá de ser "Master y Servant". En eso quedamos, ¿No es así?

—Parecía que Waver jamás entendió el motivo de su molestia, pero el escucharle provocó un leve sonrojo sobre sus mejillas, acompañando de un muy ligero estremecimiento que le recorrió la espalda. — No me molesta que nos vean juntos... me gusta.

Me gusta cómo se te miran encima. —Respondió conforme acomodaba el mentón sobre uno de los hombros de la pelirrosa, claramente más cómodo— Eres mía, Drake. Y si quiero presentarte como mi pareja, así será. Además, ¿Tanta molestias te causa que te vean en público conmigo?

Tienes un problema con los disfraces, Waver. —achinó la mirada, el comentario anterior le había hecho sentir molesta, de haber tenido una mesa enfrente la habría golpeado hasta hacerla añicos. — También podemos decir que me adoptaste, no te tienes que hacer pasar por nada si no quieres. ~ —sonrió medio amargosa—

No puedes llevar a tu empleada doméstica a pasear, a comer y demás. Sería un paso innecesario que podíamos obviar de una vez. Aunque si no quieres y prefieres que te vista como sirvienta inglesa, no tengo ningún problema. —Había lanzado la carnada y, sonriendo, esperaba su respuesta—