Bueno... -Se quedó esperando viendo al mayor con algo de aburrimiento y luego al cachorro como dormía en bolita. No sabía que hacer o que decir así que solo se mantuvo en silencio, recorriendo la oficina del mayor, contemplando cada cosa que este tenía en cada rincón.-

- Se levantó para revisar una de las hojas y verificar el cartel, era un tanto perfeccionista, así que asintió al ver que sí quedaron como esperó- En 10 minutos llega, está buscando cinta para que pegues algunos carteles en los lugares que te den permiso

-Negó con la cabeza y de a poco fue jugando con la pila de hojas, moviendo aquellas con su dedo pulgar.- Nop, estan bien así. Si necesito más te pediré. ¿Cuando viene tu chofer?

Mandé 100 ¿Quieres más? - cuestionó mientras buscaba entre sus cajones su cajetilla de cigarros, que no encontraba por ningún lado- Mmm...Ilce - murmuró, recordando que su hermana siempre los escondía-

Oh... qué rápido. -Se separó del hombre y fue a ver como los papeles salían uno a uno de la impresora, para luego tomar algunos y apilarlos en una mesa. No quería que se amontonaran y se cayeran.- ¿Cuantos mandaste?

- Era imposible que el albino no se preocupara por cuidar a las personas que eran cercanas a él, sobretodo desde lo que pasó con su amada hermana, así que siempre disponía seguridad para la gente que apreciaba. - Sí, lo dejaremos aquí, hay suficiente espacio para que esté, además ya le mandé acondicionar una casa temporal en el patio y alimento.

¿Uhm? -Aquello llamó su atención y eso era algo que lo tenía sin cuidado, a pesar de ser un niño, seguía siendo un mahou, sabía defenderse por si solo pero él no lo sabía.- Está bien, pero no creo que sea necesario. ¿Qué haremos con Firulais mientras tanto? ¿Estará aquí?

Excelente, imprimiré entonces - guardó el archivo y lo envió a imprimir, observó que el menor estaba entusiasmado por encontrar a los dueños- Te enviaré a repartirlos con mi chófer, no quiero que ecagues solo, debes aprender a que muchos me odian, y buscarán dañarte para chantajearme.

-Negó con la cabeza repetidas veces y luego sonrió amplio.- Así me gusta. Los repartiré por toda la ciudad para que sus dueños aparezcan. Seguramente te llamarán rápido.

- Agregó algunas letras de color, tratando de hacer más llamativo el anuncio, colocó su número de teléfono y miró a Maxito - Sí, los voy a imprimir ¿Qué te parece? ¿Quieres que agregué algo más al anuncio?