Yo... yo no soy ningún juguete y desagradable. Yo sólo quería a alguien que me acaricie en cabello, o que me haga sentir especial, pero no... nunca se puede... ¿Por qué siempre me dicen cosas feas?
- La altura del mayor permitía claramente que el pequeño quedará a la altura de su pecho. Lo escuchaba llorar y también que negaba sus palabras con la cabeza, frunció el ceño al sentir que su ropa era no sólo arrugada, también manchada de lágrimas; por esa ocasión lo pasó por alto, sería para después una charla sobre el buen vestir. Pasó su mano por el cabello del menor y acarició con suavidad-
La vida no siempre es justa, pero debes aprender a darle la vuelta a esos momentos, conmigo vas a aprender eso, por las buenas o por las malas, eso lo vas a elegir tú.
-Ante el mínimo contacto, sus brazos se rodean en los costados del mayor, con el fin de abrazarle y ocutar su mirada en su pecho. Seguido negó con la cabeza para limpiar sus lágrimas con su ropa.-
Es que yo no hice nada y me maltratan.. no es justo..
- Llega después de varios minutos, tras calmar un poco la situación con Katsuki. Finalmente se presenta ante Máximo y posa su diestra sobre su cabeza y le da una suave caricia a su cabello-
Hey, deja de llorar. Ahora estás conmigo y prometí darte techo y alimento, tengo una buena noticia para ti, te ayudaré a dejar de ser un llorón y ser fuerte ¿Entendido?
