toxic | depressed | drugs | suicidal
About Me About Me NotesAbout Me
"Lisa": Rahela Kovac/25 años/ Serbia, Novi Sad.
Psicosis maníaco-depresiva, o bien, bipolaridad.
Hija única de padres divorciados. Rechazada por su madre tuvo que vivir con su padre y su madrastra desde los catorce años, cuando su depresión empeoró a falta de una figura materna. Los nuevos responsables, quienes eran personas religiosas en extremo, malinterpretaron sus brotes depresivos, sus delirios, cambios de humor e incluso su falta de sueño como una "posesión demoníaca" y la excluyeron de los hijos que la pareja tuvo más tarde, sometiéndola a humillaciones y actividades física y mentalmente dañinas, como "exorcismos", ayuno, encierro, incluso la privaron de una educación completa y básicamente de recibir ayuda psicológica. En todo este encierro, sólo se le tenía permitido estudiar la biblia, creyendo que eso ayudaría a "sacar" el demonio que la hacía, en palabras de su padre "loca".
Sin embargo, la relación de Lisa con sus padres era de amor y odio. Aunque odiaba estar encerrada, había esa pequeña pizca de amabilidad en ellos que le hacía creer que era amada. Seguido se convencía de que ellos tenían razón en encerrarla, pensando que tenía todo lo que necesitaba, comida casi todos los días, libros (religiosos) para leer, lápices para dibujar... Porque era lo que le calmaba. Aunque su padre destruyera sus dibujos y le castigara por cortarse la piel con las hojas de papel.
Diecinueve años, escapó de casa unas horas antes de su exorcismo programado. Su madrastra le estaba limpiando el cuerpo lleno de cicatrices (por los azotes, las quemaduras y sus propias cortadas) cuando tomó la oportunidad de escapar por la ventana de la cocina, desnuda. Del patio vecino arrancó una bata y un suéter que aún, húmedos, se secaban en el sol. Escapó lejos de allí.
Corrió hasta que sus pies se llenaron de llagas por la brusquedad del pavimento. Pidió limosnas, lloró, se escondió, viajó de una ciudad a otra, huyendo de su padre, y vivió como indigente por un par de años, comiendo de la basura o de las donaciones que la gente le daba. Sus hábitos no cesaron, sino que empeoraron con la urgencia de liberar el dolor emocional que tenía, constantemente hiriéndose la piel con vidrios rotos que encontraba en los basureros. Un día fue encontrada pálida en una acera y fue trasladada a un hospital psiquiátrico donde parecía tener mejoras, y del cual habría sido "liberada" para encontrar trabajo después de dos años.
Encontró empleo en una tienda de tatuajes, donde aprendió a tatuar, aunque también le dio los medios de seguir consumiendo drogas, cada vez más y mejores.
Psicosis maníaco-depresiva, o bien, bipolaridad.
Hija única de padres divorciados. Rechazada por su madre tuvo que vivir con su padre y su madrastra desde los catorce años, cuando su depresión empeoró a falta de una figura materna. Los nuevos responsables, quienes eran personas religiosas en extremo, malinterpretaron sus brotes depresivos, sus delirios, cambios de humor e incluso su falta de sueño como una "posesión demoníaca" y la excluyeron de los hijos que la pareja tuvo más tarde, sometiéndola a humillaciones y actividades física y mentalmente dañinas, como "exorcismos", ayuno, encierro, incluso la privaron de una educación completa y básicamente de recibir ayuda psicológica. En todo este encierro, sólo se le tenía permitido estudiar la biblia, creyendo que eso ayudaría a "sacar" el demonio que la hacía, en palabras de su padre "loca".
Sin embargo, la relación de Lisa con sus padres era de amor y odio. Aunque odiaba estar encerrada, había esa pequeña pizca de amabilidad en ellos que le hacía creer que era amada. Seguido se convencía de que ellos tenían razón en encerrarla, pensando que tenía todo lo que necesitaba, comida casi todos los días, libros (religiosos) para leer, lápices para dibujar... Porque era lo que le calmaba. Aunque su padre destruyera sus dibujos y le castigara por cortarse la piel con las hojas de papel.
Diecinueve años, escapó de casa unas horas antes de su exorcismo programado. Su madrastra le estaba limpiando el cuerpo lleno de cicatrices (por los azotes, las quemaduras y sus propias cortadas) cuando tomó la oportunidad de escapar por la ventana de la cocina, desnuda. Del patio vecino arrancó una bata y un suéter que aún, húmedos, se secaban en el sol. Escapó lejos de allí.
Corrió hasta que sus pies se llenaron de llagas por la brusquedad del pavimento. Pidió limosnas, lloró, se escondió, viajó de una ciudad a otra, huyendo de su padre, y vivió como indigente por un par de años, comiendo de la basura o de las donaciones que la gente le daba. Sus hábitos no cesaron, sino que empeoraron con la urgencia de liberar el dolor emocional que tenía, constantemente hiriéndose la piel con vidrios rotos que encontraba en los basureros. Un día fue encontrada pálida en una acera y fue trasladada a un hospital psiquiátrico donde parecía tener mejoras, y del cual habría sido "liberada" para encontrar trabajo después de dos años.
Encontró empleo en una tienda de tatuajes, donde aprendió a tatuar, aunque también le dio los medios de seguir consumiendo drogas, cada vez más y mejores.