Después de considerarlo por una semana aproximadamente, se animó a solicitar un día de descanso a Jean. No le gustaba del todo tomar un día completo, conocía y sabía lo exigente que podía llegar a ser la gran maestra intendente consigo misma; si con ella recordándole constantemente que era adecuado descansar, no quería ni pensar que sin la supervisión adecuada, la caballero de Diente de León estaría trabajando sin parar al no estar ella presente.
Así es que haría justamente eso, no iba a pensar en absolutamente nada relacionado al cuartel general de los caballeros, ni la biblioteca, ni nada que tenga que ver con su trabajo, mañana que acabe el hechizo, podrá llegar a reprochar a esa trabajolica que tiene por amiga.
Por ésta vez iba a relajarse completamente y disfrutar del clima cálido que había en los bosques de Mondstadt, remojar un poco los pies en el pequeño lago y así pasar unas más que merecidas buenas vacaciones de un solo día, hoy iba a consentirse (no es que su trabajo sea agotador precisamente, pero un descanso al año no le hace daño a nadie).
Y cuando se aburriera de relajarse tanto por hacer absolutamente nada, quizá al atardecer podría pasar por una rica comida a Good Hunter y finalizar con broche de oro con un buen vino en Obsequio del Ángel. Para su próxima escapada se aseguraría de arrastrar a Jean fuera de esa oficina.
