LiquirSama

Que mejor información que pueda recibir, si un propio Dios de la destrucción a través de sus amplios conocimientos y sabiduría le regalaba su propia opinión concierne al estado del saiyajin más sobresaliente del universo siete.
Su expresión inamovible seguía tal cual imponente estatua sin pizca de sentimientos, únicamente se condicionaba a seguir con la mirada el paso elegante que la poderosa deidad daba mientras exclamaba su discurso, más no pudo evitar romper el silencio solemne que estaba sellado en sus labios.
Una invitación a comprobar la fuerza de un Hakaishin era un honor que no muchos tenían el placer de recibir.

—Estoy seguro de que los rumores acerca de mi amplia superioridad sobre el señor Vermouth ha llegado hasta ti y los demás universos exentos. Más no puedo juzgarte y sacar conclusiones rápidas y pensar que tienes el mismo nivel que mi Hakaishin sin tener alguna prueba.
Sería deshonroso para mi negarme ante una propuesta tan única y espléndida.—

Aseveró el pálido soldado de la justicia mientras aquellos ojos oscuros como la noche no despegaban la vista sobre la figura del dios al que tenía en frente suyo.