No hay soledad más grande que estar ante un gran poder y este te consuma sin que puedas hacer nada al respecto. Un mal necesario, sí, todos conocemos sus riesgos.
No estoy segura de lo que estoy sintiendo ahora mismo.
-Retumbaba en su mente, aquellos pensamientos, el problema de ella era distinto. Su cuerpo no podía calmar la inconmensurable voluntad de el señor de las pesadillas, ni podía contenerlo en su humana existencia, mas ahora, eso no importaba. Aquello era sólo un detalle al lado del desgarrador relato de ese hombre.-
No se que pensar, me bloqueaste completamente. Sólo se que debes terminar esta historia airoso, aún hay algo más que puedes perder, lo cual debes defender.
— Era mejor haberme muerto, pero pese a todo tengo que seguir adelante, ya no puedo perder nada, porque no tengo nada que perder.
— Observa con su único ojo a dicha chica, mientras se pone una extremidad de metal para compensar la falta de dicha extremidad. —
— No me tengas lastima, si puedes seguir de pie por quién amas, adelante y no dejes que el poder te consuma, ni que el odio te nuble los sentidos.
Responde de manera cruda, al ser la primera persona en revelar el tan cruel pasado de el también llamado El Caballero Negro, sintiendo un poco de paz pero también sin deseos de ver morir en el camino a los que aprecia.
Po. . .¿por el cadáver de una mujer ahorcada? -Se le hace un nudo feo en la garganta, entonces traga aire con el suspenso que lo requiere.-
Violado y vendido, oye. . . detente ya. ¿Incluso a quien amas? rayos ¡¡no!! que clase de vida es esa. -Sintió el pecho apretado, hace mucho que no se sentía así.-
Parece que hubieras sido maldecido en el vientre de tu madre, o al nacer, pues puede que tu desgracia no se haya detenido.
— Porque yo no tengo nada que perder, desde que nací, nací como un ser maldito pese a ser humano, llegar al mundo por el cadáver de una mujer ahorcada, perder a tu madre adoptiva, ser violado y vendido a un amigo, asesinar a tu padre, ser mercenario para no morir de hambre, ser traicionado por quién creías un amigo y que este se haya vendido por poder y sacrificar a sus aliados como animales y aparte violar frente a ti a quien amas.
— Alzando la cabeza y dejando ver su único ojo y la extremidad amputada de su brazo. —
— Si puedo matar a Griffith, estaré feliz de irme al infierno y esta marca en mi cuello desaparezca, no sin antes llevarme a la mano de Dios conmigo al abismo.
— Comprendo, quería el poder pero este tiene un precio, iré perdiendo la razón, los sentidos, los placeres pero si puedo lograr mi meta. Valió la pena perder todo, con tal de vengarme.
