¿Qué mas da a donde vayamos?, quiero un día contigo, es todo. *Y así, se la llevó casi abrazada de ese modo. Gracias a su cuerpo, quizá no heredado, pero si similar al de su madre, podría talvez emitir un calor semejante al que ambas conocían muy bien*
*La hizo enderezarse. A oesar de ello, la albina seguía siendo un poco más alta. Con confianza rodeó su nuca con el brazo derecho, tirando de ella un poco como si quiera esta apoyase su cabeza en su pecho*
Cierto, es mi culpa. Permíteme compenzarlo: Un día, sólo nosotras dos, como a mamá siempre le hubiese gustado. ¿Te parece?~ *Sonríe ampliamente mostrando ese gesto propio de carácter duro*
