➵ P-pero yo... -No le respondió a tiempo evidentemente. Más se acercó con él hasta la maquina, sentía una gran fascinación por la comida, pero ver a alguien con esa misma fascinación la dejo sin palabras.- Y-yo... No había pensado en en comida por colores. -Entonces empezó a verlo, no solo el azul, si no el resto de colores dentro de la maquina.- ¿M-me compra ese morado? -Dijo señalando las pasitas con chocolate-
—¡Oh genial! Gracias. ¿No quieres una? Te invito. —Mencionó ligeramente cantarín mientras se aproximaba a la máquina. Realmente había un montón de cosas increíbles. <¡Esos eran Skittles de mora azul! Tengo que probarlos>. El joven rubio entonces tomó un par de monedas mientras fascinado miraba los productos azules dentro de la expendedora. —Me encanta. Amo las cosas azules que se comen.
➵¿C-comprar? S-si ¡Si! -Se veía algo nerviosa pero aliviada por saber que no le quitarían su bebida, giro un busca de la maquina donde había sacado la soda; a veces el nerviosismo le hacía olvidar las cosas.- ¡Ahí! Ahí la compre. -Señaló a una maquina en la otra esquina.-
—No, no. Descuida. —Mencionó con apuro y nerviosismo. No esperaba quitarle su bebida ni mucho menos. A veces el rubio debería unicamente dejar de pensar en voz alta por su propio bien. —Gracias. Mejor, dime... ¿Dónde compro una? Se ve azul, el azul me gusta.
