*Se irguió de forma repentina no dando tiempo a lo que el sargento pudiera querer decir o hacer, fue de esas veces en la que la presencia de "alguien" se sentía, pero al alzar su vista no observo a nadie, dirigió su taciturna mirada hacia el suelo encontrando una rosa , era la prueba de que en verdad alguien había observado aquella extraña escena, si, extraña ya que era incomprensible que la fémina de rasgos asiáticos tuviese algún tipo de acercamiento con el gruñón del sargento , si a los ojos de todos se odiaban , pero algo había cambiado*

Sargento, creo que alguien nos vio... *se dirigió a recoger aquella rosa enseñándosela a corporal*