« Back to Album · Next »
El viaje desde el Kremlin, en el corazón de Moscú, hasta el palacio de Petroff no era nada corto a pesar de ser un trayecto directo, pero para Leonid, quien iba absorto en sus pensamientos, no duró más que un abrir y cerrar de ojos. Hacía apenas un par de meses que había sido retirado del campo tras una breve incursión en el proyecto Korallovaya, y ese singular hecho no parecía dejar de dar vueltas en su cabeza.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
NinaBeaudreau · 26-30, F
Se dio una última mirada al espejo, y con todo el orgullo que le quedaba, tragó saliva, determinada a disipar ese horrible nudo que se había hecho en la garganta. Sabía lo que su padre hubiera dicho al verla así: Ninoshka, moya milaya kukolka, ¡nadie podría brillar más que tú esta noche! Sonrió, más lo hizo de pura nostalgia, y eso le dio fuerzas para mantener la frente en alto cuando Antipov llamó a su puerta, y la dirigió a su automóvil.

Kirill Gavrilovich Antipov.

¿Cómo describir a uno de los más altos mandos de la NKDV? Sólo por debajo de Nikolái Yezhov, el símbolo de la represión, el artífice de las Grandes Purgas, de ese terrible periodo en el que vivían, la Yezhóvschina.

Sorprendería a cualquiera que Antipov era todo lo contrario a Yezhov, al menos a Nina lo hacía. No era cruel, ni autoritario, era atípicamente humano y compasivo, y por eso ella tenía sentimientos encontrados con respecto a él; ¿lo veía como su salvador, o como su inquisidor?
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment