31-35, F
About Me
About Me
[c=#802D2D]Desde que Leona tiene memoria, su vida siempre ha estado ligada a la Orden de la Luz. Esta se conforma por un grupo de hombres y mujeres que recorren el mundo y se encargan de documentar la historia y los hechos que suceden día a día: desde situaciones comunes como el nacimiento de un bebé en un pueblo lejano, hasta guerras míticas entre criaturas sobrenaturales y creídas extintas. La razón de existencia de un Eterno, como los integrantes de esta orden se autodenominan, es inmortalizar estos eventos para que en un futuro sirvan de referencia y fuente de conocimiento a alguien más. No importa lo insignificante que parezcan, en algún momento podrían ser útiles.
Al igual que el resto de los integrantes de la Orden, Leona fue adoptada cuando apenas tenía meses de edad. Toda su infancia y adolescencia vivió en uno de los monasterios, absorbiendo las enseñanzas y dogmas de los maestros, y por esta razón tampoco tiene un apellido que la vincule a una familia o a un pasado. Su nombre se lo dieron los maestros y de resto no hay nada que la una a ningún bien material o evento histórico. Esto sin embargo no es motivo de molestia, ya que ha aprendido que no es algo relevante. Si en algún momento da la casualidad de toparse con su pasado, entonces sabrá que era una situación predestinada e inevitable, sin embargo nunca será una búsqueda activa. Esto se debe en parte a los mandamientos de la Orden que definen un camino claro para sus integrantes.
Habiendo finalizado su aprendizaje, Leona abandonó el monasterio con 18 años para cumplir su misión mientras vive siguiendo las enseñanzas de la Orden.
1) La Orden de la Luz y sus integrantes serán neutrales ante todo. Todo pasa por algo y la historia debe seguir su curso sin alteraciones externas. Los Eternos al poseer tanto conocimiento de los sucesos desde tiempos inmemoriales no deben ejecutar acción alguna que pueda alterar de forma activa el mundo a su alrededor.
2) Cuando un Eterno está listo para comenzar su misión como recolector de memorias, abandonará el monasterio en el que se instruyó y comenzará un viaje sin fin, o hasta que sienta el llamado de maestro. Entonces volverá a algún centro de la Orden para instruir a nuevos aprendices.
3) Cuando el aprendiz se convierte en Eterno, este recibe un reloj de bolsillo con el símbolo de la Orden en relieve. Debe llevarlo colgado del cuello para que pueda ser identificado por cualquiera.
[b]Sol de la orden: [/b]
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4) El Eterno debe velar por la seguridad de las memorias recolectadas. Esto significa volver con una frecuencia adecuada a los centros de la Orden para entregar el contenido documentado y que este pueda ser sorteado y almacenado de forma correcta.
5) El Eterno no debe visitar un centro específico. Más bien debe considerar abastecer todos los centros, lo que lo obliga a viajar con amplitud. Esto igualmente protege la información recolectada por un sólo individuo, ya que la misma queda esparcida alrededor del mundo.
6) Cada aprendiz está en su derecho de absorber cuanta información desee de los archivos de la orden y aprender cuantas habilidades le sean atractivas o prácticas. Esto debe ser hecho bajo juramento de utilizarlas siempre de forma neutral.
7) Todo integrante debe aprender técnicas de defensa personal para proteger su integridad y la de sus conocimientos recolectados. Estas pueden ser artes marciales, magia o uso de armas blancas o de fuego. El Eterno no debe sin embargo cargar ninguna herramienta que pueda utilizar en combate, esto para asegurar neutralidad absoluta. Si durante el combate logra hacerse con un arma, entonces su uso será permitido.
8) Si un Eterno se ve amenazado u obligado a abandonar una situación por petición de un tercero, este puede hacerlo nada más registrando la razón de su abandono o arriesgarse a quedarse bajo su propio riesgo.
9) Ningún integrante sufrirá represalia alguna por abandonar la Orden o utilizar el conocimiento de la misma siendo ya un miembro retirado. El robo de información o la deserción sin haber entregado aún el cierre de una recolección será sin embargo castigado con la muerte.
10) La participación activa en cualquier hecho histórico será castigado con la muerte.
Los monasterios de la Orden también están abiertos al público. Estas son las reglas y restricciones que debe seguir cualquier civil, no importa la raza, a la hora de querer tener acceso al conocimiento de los mismos.
1) La persona interesada puede estudiar el contenido de la Orden por cuanto tiempo desee, pero no podrá sacar documentos oficiales de la misma. Puede sin embargo tomar cuantas notas desee.
2) Los documentos registrados en los últimos años (esto varía según la categoría de la información) estarán vetados para el público, ya que contienen datos muy actuales que podrían influenciar directamente el presente.
3) Cualquier daño a la propiedad del monasterio puede ser castigado, siendo la pena mayor y dependiendo del grado del daño, la muerte.
Debido al poder que obtiene la Orden gracias al conocimiento que ha aglomerado, ésta está protegida por un tratado en el que la mayoría de las razas y criaturas intelectuales han acordado respetar la neutralidad de los Eternos y al mismo tiempo protegerlos en caso de necesidad. Estas negociaciones fueron posibles gracias al principio de que ambas partes obtienen beneficios de la relación: los integrantes de la Orden pueden desplazarse libremente sin temer ser atacados, mientras que personas ajenas a ella, no importa la raza o estatus, podrán acceder a su conocimiento sin problemas y siempre y cuando se respeten las reglas impuestas.
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Al igual que el resto de los integrantes de la Orden, Leona fue adoptada cuando apenas tenía meses de edad. Toda su infancia y adolescencia vivió en uno de los monasterios, absorbiendo las enseñanzas y dogmas de los maestros, y por esta razón tampoco tiene un apellido que la vincule a una familia o a un pasado. Su nombre se lo dieron los maestros y de resto no hay nada que la una a ningún bien material o evento histórico. Esto sin embargo no es motivo de molestia, ya que ha aprendido que no es algo relevante. Si en algún momento da la casualidad de toparse con su pasado, entonces sabrá que era una situación predestinada e inevitable, sin embargo nunca será una búsqueda activa. Esto se debe en parte a los mandamientos de la Orden que definen un camino claro para sus integrantes.
Habiendo finalizado su aprendizaje, Leona abandonó el monasterio con 18 años para cumplir su misión mientras vive siguiendo las enseñanzas de la Orden.
1) La Orden de la Luz y sus integrantes serán neutrales ante todo. Todo pasa por algo y la historia debe seguir su curso sin alteraciones externas. Los Eternos al poseer tanto conocimiento de los sucesos desde tiempos inmemoriales no deben ejecutar acción alguna que pueda alterar de forma activa el mundo a su alrededor.
2) Cuando un Eterno está listo para comenzar su misión como recolector de memorias, abandonará el monasterio en el que se instruyó y comenzará un viaje sin fin, o hasta que sienta el llamado de maestro. Entonces volverá a algún centro de la Orden para instruir a nuevos aprendices.
3) Cuando el aprendiz se convierte en Eterno, este recibe un reloj de bolsillo con el símbolo de la Orden en relieve. Debe llevarlo colgado del cuello para que pueda ser identificado por cualquiera.
[b]Sol de la orden: [/b]
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4) El Eterno debe velar por la seguridad de las memorias recolectadas. Esto significa volver con una frecuencia adecuada a los centros de la Orden para entregar el contenido documentado y que este pueda ser sorteado y almacenado de forma correcta.
5) El Eterno no debe visitar un centro específico. Más bien debe considerar abastecer todos los centros, lo que lo obliga a viajar con amplitud. Esto igualmente protege la información recolectada por un sólo individuo, ya que la misma queda esparcida alrededor del mundo.
6) Cada aprendiz está en su derecho de absorber cuanta información desee de los archivos de la orden y aprender cuantas habilidades le sean atractivas o prácticas. Esto debe ser hecho bajo juramento de utilizarlas siempre de forma neutral.
7) Todo integrante debe aprender técnicas de defensa personal para proteger su integridad y la de sus conocimientos recolectados. Estas pueden ser artes marciales, magia o uso de armas blancas o de fuego. El Eterno no debe sin embargo cargar ninguna herramienta que pueda utilizar en combate, esto para asegurar neutralidad absoluta. Si durante el combate logra hacerse con un arma, entonces su uso será permitido.
8) Si un Eterno se ve amenazado u obligado a abandonar una situación por petición de un tercero, este puede hacerlo nada más registrando la razón de su abandono o arriesgarse a quedarse bajo su propio riesgo.
9) Ningún integrante sufrirá represalia alguna por abandonar la Orden o utilizar el conocimiento de la misma siendo ya un miembro retirado. El robo de información o la deserción sin haber entregado aún el cierre de una recolección será sin embargo castigado con la muerte.
10) La participación activa en cualquier hecho histórico será castigado con la muerte.
Los monasterios de la Orden también están abiertos al público. Estas son las reglas y restricciones que debe seguir cualquier civil, no importa la raza, a la hora de querer tener acceso al conocimiento de los mismos.
1) La persona interesada puede estudiar el contenido de la Orden por cuanto tiempo desee, pero no podrá sacar documentos oficiales de la misma. Puede sin embargo tomar cuantas notas desee.
2) Los documentos registrados en los últimos años (esto varía según la categoría de la información) estarán vetados para el público, ya que contienen datos muy actuales que podrían influenciar directamente el presente.
3) Cualquier daño a la propiedad del monasterio puede ser castigado, siendo la pena mayor y dependiendo del grado del daño, la muerte.
Debido al poder que obtiene la Orden gracias al conocimiento que ha aglomerado, ésta está protegida por un tratado en el que la mayoría de las razas y criaturas intelectuales han acordado respetar la neutralidad de los Eternos y al mismo tiempo protegerlos en caso de necesidad. Estas negociaciones fueron posibles gracias al principio de que ambas partes obtienen beneficios de la relación: los integrantes de la Orden pueden desplazarse libremente sin temer ser atacados, mientras que personas ajenas a ella, no importa la raza o estatus, podrán acceder a su conocimiento sin problemas y siempre y cuando se respeten las reglas impuestas.
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