-No había calma para el lobo, desde hace exactamente dos días dos días que no podía conciliar bien el sueño, ¿la razón? casi se dejó llevar por sus instintos salvajes devorando a una coneja que vagaba a solas por la noche, que aunque se había salvado aún conservaba la marca de sus filosas garras.

El lobo gris que siempre era conocido por lo apacible y a veces desmotivado, todo con el objetivo de ser invisible ante los otros animales de la academia ahora se veía observando por su compañeros y por Rouis, un venado rojo que por sus altas virtudes, personalidad, fama y calificaciones era considerando como el siguiente Beastar de la academia Cherryton. No daba caminatas en la noche, por temor de encontrarse con un herbívoro y que volviera a suceder otro incidente, ahora sólo salía de su habitación y se sentaba en una banca bajo la luz del pasillo, pensando y sumergiéndose profundamente en sus pensamientos a veces recordando algunos momentos de su infancia más alegres que..