— No puede ser ¡Que horrible debe ser no poder experimentar el dulce de mis postres! — lleva una mano hacia su frente en plena escena dramática — Joven Ebbe...perdóneme no sabía que usted... — Se cubre la cara con ambas manos y comienza a llorar — qué horrible debe ser, si hubiera sabido núnca hubiera mencionado nada al respecto! — limpia sus lagrimas con un pañuelo qué sacó de entre su fino saco — ¿Puedo ofrecerlo algo más?

**Terminando de su pescado, en cuento el rubio lanza aquella lata, por un momento le llama la atención el bote de basura decorado de aquella manera en particular, mas cuando hace mención sobre los postres, vuelve a mirarlo, un tanto contrariado.** Me gustaría... de no ser porque no puedo captar los sabores dulces... **Admitió, con cierta naturalidad, pese a lo particular que aquello podría resultar para el contrario.** Desde que tengo memoria, no los conozco... sé que se llaman dulces, porque así los menciona la gente. Pero yo no puedo saborearlos.

— Admito qué no soy muy fan del pescado en especial asado, pero el Señor Takeru qué es el chef de mi restaurante le quedó bastante bien, un manjar para la vista y el olor es agradable — Dorian terminó lo último de su soda, luego aplastó el bote y lo lanzó a un contenedor de basura muy lindo qué tenía dibujado una lata de refresco con una leyenda "Hazlo por ellos" — Mmh veo que casi te terminas la cerveza ¿Quieres más o alguna otra bebida? ¿Quieres un postre? Tengo un par de pasteles en el refrigerador, me los traje de mi repostería para comer algo dulce de vez en cuando ¿Te gustaría probarlos? No están empalagosos

**Por un momento el esparvus ladea la cabeza, al ver lo que el chico hace, en cuanto pide de comer. Y más extraño es para él, verlo salir, para regresar con un paquete que al final le termina sirviendo. A lo cual, sólo sonríe levemente, para comenzar a degustar con una marcada avidez, pero, aún así, intentando comportarse con los modales que le enseñó el Barón.** Gracias.~ **Musita entre bocados, comiendo con una leve ansiedad; de verdad se encuentra hambriento.**

— Mmh...— por un momento se preocupó por el semblante de seriedad en el rostro ajeno hasta que indicó lo que quería — No es algo que tenga en ese lugar pero si en mi otro restaurante — sacó su teléfono y marcó — enseguida te lo traen — efectivamente, en menos de diez minutos llegó un chico en una motocicleta con un paquete, Dorian pagó y hasta le dio propina al chico — Gracias ¡tenga lindo día joven! — luego miró a Ebbe — Aquí tienes, disfrútalo.

**Por un momento lo mira, con una seriedad aún más penetrante, para apenas esbozar una sutil sonrisa ladeada.** Un... asado de pescado. **Dice al fin, ya que, durante días no había comido un platillo realmente decente. Realmente odia cazar criaturas mágicas exóticas, pues, mientras las encuentra, son días donde no puede alimentarse más que de alimañas para sobrevivir.**

— Eh?... — Se frotó la cabeza con la distraes mientras una gota de sudor resbalaba por su frente — disculpame, no se mucho de los trabajos de este lugar ¿Quieres algo más?

**Ante aquellas preguntas, tan sólo se queda anonadado, y, por un momento pareciese a punto de darle algún ataque, por el tic repentino que tiene en el ojos, por las preguntas del muchacho.** No... me refería... a otro tipo de cuentas... **Responde, levemente incómodo por la situación.**

— Oh... ¿Ajustador de cuentas? — era muy inocente o ingenuo su pensar — Entonces tú... ¡Podrías checar mi buró de crédito! No me acuerdo si quedé a deber algo y tengo problemas para solicitar un crédito en lo que me llega mi herencia del extranjero porque pienso quedarme a vivir aquí — dijo sonriente

Soy un... ajustador de cuentas... **Responde, levemente reacio a aquello, ya que, en el momento no sabe si confiar o no que el chico no fuese a revelar su identidad.**