-Mantuvo silencio cuando pareció que Zhu se le desvanecía la vida, retorciéndose y tambaleándose. La sujetó con suavidad mientras caía a sus brazos, dejando caer el cuchillo al piso mientras lo hacía, asegurándose de no lastimarla. Entonces el nuevo cambio le pareció algo fascinante ¿Había mantenido su estatura y una mezcla entre ambas?-
Ya todo está bien, amor.
-Le dio un suave beso en la frente, cargándola para llevarla a la habitación, debía descansar , debería estar agotada. Limpió su herida y la cubrió para terminar de arroparla y quedarse acostado a su lado, sobre la cama esperando a que despertara-
-Tomó el cuchillo y pensó solo un instante si estaba bien lo que haría. ¿Por que debía tomar esa decisión? tal vez habría otro método, otra solución. pero antes siquiera de darse cuenta ya estaba retirando aquel sello con sumo cuidado de no lastimarla. esperaba que eso funcionara-
Siempre serás parte de Zhu. y ella deberá aprender de lo sucedido. Pero estaré para cuidarla
Un asesino tampoco tiene derecho a una esposa tan hermosa y a una hija maravillosa y aquí estoy ¿No?
-Le decía que debía hacer algo. pero ¿Que era ESO que debía hacer? estaba algo confundido con esas palabras, tampoco era tan inteligente como muchos pensaban, más bien era manipulador. Así que supuso que era sellar el trato con un beso (un maldito cliché) y besó sus labios con cariño, apegándola completamente a él. que sintiese sus latidos-
-La mirada era seria en cuanto ella parecía quitarle la seriedad al momento, entonces negó-
Tú eres mi esposa. eres parte de ella y ella es parte de ti ahora. Eso es lo que intento decir. Si has vuelto es por que así Gaia lo quiso.
-La acercó un poco más a él, esta vez colocando la otra mano en su cintura solo para acercarla más y que sintiese sus latidos, que eran rápidos, ansioso por su cercanía. Acercando sus labios a los de su amada esposa, más no le besó, solo dejó que sintiera el calor de su respiración-
Es complicado. más de lo que imagino. Puede que hayan cosas que sean mejor no recordar, pero también creo que hay muchas que valen la pena recordar. Y una de esas cosas es que; siempre estaré para ti. buscaré cuidarte y protegerte.
-Toma su mano de forma cariñosa y protectora, viendo sus ojos. Parecía algo más segura pero también notaba la desconfianza-
Yo deseo que tomes la decisión. ¿Quieres quedarte? serás bienvenida y ambos te querremos. ¿Quieres irte? Yo me encargaré de Vulche. Y que sea cual sea tu decisión. estaremos acá. ¿Si depende de mi? No quiero que un un deseo mío limite a los deseos de la madre de mi hija.
-Al ver que se retira y a Vulche ya bien dormida, se levanta para ir a la cocina con Zhu. Fue silencioso para no despertar a la pequeña, pero no tanto como para asustar a Zhu. Se sentó en la mesa y la observó un instante-
¿Sabes? No importa si trabajas o no, puedo esforzarme más. pero si quieres ayudar lo mejor es que te sientas bien. ¿Que dices? conozco gente que podría ayudarte a recordar cosas...
-Acercó su mano a ella, más no la tocó, buscaba que fuese ella quien se acercara-
Solo es miedo, acá no tienes nada que temer. Compré un pastel para ti. ¿No quieres comer? hay muchas cosas que tal vez desees preguntar, o tal vez recordar.
