Dejó escapar una risa enérgica cuando Texas por fin pudo hacerla a un lado. Se removió y se puso de pie extendiendo su mano a la azabache. — Vayamos por algo de comer. Arruinar el momento me dió mucha hambre ~ — añadió sin pena alguna.
... —¡Agh!— Intentó escapar, pero Lappland fue más rápida al dejarle caer encima todo su peso, cortándole la respiración hasta que logró moverla ligeramente hacia un lado. —¡Lappland, mala!— Alzó la voz un poco, dando un golpe en su frente con el dedo índice.
Rodó los ojos y resopló, en verdad Texas ese día estaba pecando de molesta. Un suspiro profundo dejó escapar antes de hacer peso muerto dejándolo caer sobre el cuerpo de la azabache. —Esta bien...me quedaré aquí.—
—¿En serio?— La tomo por la muñeca para halarla hacia ella, invirtiendo los papeles, era ahora Lappland quien estaba sobre su regazo. Rodeó su cintura con ambos brazos para que no escapara. —¿Por qué no solo lo aceptas y te quedas aquí, junto a mi?
¿Ahora venía con eso de "se buena y obtendrás premio?, si creía que eso iba a funcionar...estaba en lo correcto. Funcionaría. Desvió ligeramente la mirada y resopló, curiosamente no estaba de mucho humor para ser ella a la que molestaban, en realidad le gustaba más estar del otro lado. — Hoy estás insoportable...—
Algo extraño en ella. Sonrió. Le gustaba ver a Lappland, la lupo violenta y abrasiva en esa posición incómoda, sin aceptar que ciertas cosas le hacían sentir placer cuando nadie podía verlas. Tomó su muñeca con fuerza, quizás más de la necesaria, obligándola a apartar su brazo de su rostro, mas se acercó para dar un pequeño beso en sus labios, seguido de una suave mordida. —Dejaré de torturarte si te portas bien...
Gruñó con un poco más de fuerza, sintió su cuerpo estremecerse y pronto sus mejillas se enrojecieron evidenciando el claro gusto por ese tipo de contacto. Apartó la mano rápidamente se sacudió antes de ponerse de pie cubriendo la mitad de su cara con su antebrazo. — Para ya...—
Había dejado su mano sobre el hombro de la albina, más la deslizó de nuevo hacia arriba, sujetando su cabello con fuerza, para obligarla a echar la cabeza hacia atrás, luego se acercó, más no unió sus labios a los de ella, solo se quedo ahí, bastante cerca. —¿Entonces como debería decirlo?...
Correspondió el beso pero inmediatamente apartó la mirada y agachó las orejas, ese tema era algo delicado para ella.Una lupo fuerte y rebelde siendo dominada...resultaba incómodo de escuchar y para aceptarlo era difícil. — ¡Deja de decirlo tan a la ligera!
