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MaxitoMiyano · M
[...] Digamos que nuestro deudor fue intervenido por alguien más y nos quedamos sin el pago de hoy. Hay que pagarle a los distribuidores una deuda de mercadería anterior y el ingreso al puerto en Yokohama. No tenemos el dinero ahora por ese pequeño inconveniente. -Dio un trago largo y su mirada se posó claramente en aquel chino, dejando a entender lo ocurrido, pero no iba a pelear al respecto.- Tenemos que pagar y vender la mercadería a los clientes que nos reservaron un par de cositas. Son de confianza así que a más tardar mañana tendrás de nuevo tu dinero.
MaxitoMiyano · M
Estamos todos en la misma situación últimamente. Muchos están en números rojos y no consiguen movilizar el mercado. No es algo solo de ustedes o de nosotros, eso es lo que más me preocupa. -Musitó con algo de fastidio ya que la demanda de préstamo subía pero el dinero rara vez llegaba, aunque en ese aspecto Ryuken llevaba números más bajos en rojo que otras organizaciones, pequeñas deudas a comparación de otros clientes. De momento pasó a tomar asiento mientras comentaba aquello.-
Si, eso noté. Además es bastante joven, no creí que te agradaban los sujetos así. ¿Desde cuando eres homosexual? -Claramente bromeaba, no se metía mucho en la vida personal de los miembros de la clandestinidad, así que cuando volvió aquel chino, tomó el vaso para que sea servido directamente ya que antes ojeó que no le metiesen algo extraño a su contenido.- [...]
Si, eso noté. Además es bastante joven, no creí que te agradaban los sujetos así. ¿Desde cuando eres homosexual? -Claramente bromeaba, no se metía mucho en la vida personal de los miembros de la clandestinidad, así que cuando volvió aquel chino, tomó el vaso para que sea servido directamente ya que antes ojeó que no le metiesen algo extraño a su contenido.- [...]
Langzi · 26-30, M
. La mirada que le dedicaba a Ryuken no tenía más que vacío. Tenía dudas, claro, pero no sería el momento para ellas. El negociar sería lo más influyente.
–Dime –dijo Ren tomando un trago a la bebida–, ¿Qué será lo de esta vez?
–Dime –dijo Ren tomando un trago a la bebida–, ¿Qué será lo de esta vez?
Langzi · 26-30, M
–Sé a la perfección lo que dices… Ay, Ryuken –dijo el hombre fingiendo cansancio–. Nosotros también hemos tenido problemas, unos idiotas no nos están pagando y no nos queda remedio más que mandar a nuestros hombres. El negocio no está yendo bien.
En eso hizo un gesto de mano en señal de que quería bebidas. Yan asintió y fue hasta la barra por ellas. Los otros hombres solo cuidaban la entrada.
–Este chino fue una buena inversión –mencionó orgulloso Ren, el jefe solía tener un gusto por controlar tipos que le parecían fuertes–. Desde que lo hice traer mis clientes entienden mejor lo que es pagar.
Mientras seguían con la conversación Yan entró con una botella de whiskey y dos vasos de vidrio. Uno para su jefe y para el tipo de esa tarde. Se mostró digno sirviendo la bebida y una vez acabó dejó la botella en la mesa, se hizo a un lado de su amo y quedó en silencio esperando una nueva orden. A diferencia de su actitud libre del jefe, trataba de mostrarse como un perfecto mayordo
En eso hizo un gesto de mano en señal de que quería bebidas. Yan asintió y fue hasta la barra por ellas. Los otros hombres solo cuidaban la entrada.
–Este chino fue una buena inversión –mencionó orgulloso Ren, el jefe solía tener un gusto por controlar tipos que le parecían fuertes–. Desde que lo hice traer mis clientes entienden mejor lo que es pagar.
Mientras seguían con la conversación Yan entró con una botella de whiskey y dos vasos de vidrio. Uno para su jefe y para el tipo de esa tarde. Se mostró digno sirviendo la bebida y una vez acabó dejó la botella en la mesa, se hizo a un lado de su amo y quedó en silencio esperando una nueva orden. A diferencia de su actitud libre del jefe, trataba de mostrarse como un perfecto mayordo
MaxitoMiyano · M
-Pese a que había llegado bastante temprano de la hora acordada, ahí estaba, su conocido a quien iba a pedirle un nuevo préstamo, sin embargo entre sus guarda espaldas pudo notar a aquel chino a quien encontró en la tarde. Obviamente no fue descortés, no solía serlo en general con nadie, así que procedió a saludar a ambos con la cabeza hasta que se encaminaron a aquella zona privada, donde allí con un apretón de manos sonrió de ese modo encantador y aniñado que solía tener con sus clientes.-
Ah si, pensaba buscar algún potencial cliente pero solo hay borrachos aquí. ¡Y por supuesto! Estoy sediento. Tuve que arreglar una escena del crimen para poner en marcha un nuevo negocio, ¿Valió la pena? Mhm~ No lo sé... es una pequeña inversión para cubrir gastos menores. Ya sabes, hay que mantener el negocio a flote. -Comentó bastante agradable, sin perder ese encanto al hablar, al fin y al cabo desde joven le enseñaron a ser educado y sociable con los demás.-
Ah si, pensaba buscar algún potencial cliente pero solo hay borrachos aquí. ¡Y por supuesto! Estoy sediento. Tuve que arreglar una escena del crimen para poner en marcha un nuevo negocio, ¿Valió la pena? Mhm~ No lo sé... es una pequeña inversión para cubrir gastos menores. Ya sabes, hay que mantener el negocio a flote. -Comentó bastante agradable, sin perder ese encanto al hablar, al fin y al cabo desde joven le enseñaron a ser educado y sociable con los demás.-
Langzi · 26-30, M
–No he dormido bien, es todo.
En eso, pudo advertir desde la entrada como una figura familiar hacía acto de presencia, era el mismo tipo de antes. Parecía venir solo, sin esos guardias de antes. El azabache estuvo a punto de hacerse a un lado, pero su jefe lo miró serio ‘’Te quedas’’, pensó Yan tras leer la mirada de su patrón.
Cuando ambos se reunieran para acordar la información deberían pasar a un sector privado del local. Allí esperaban otro grupo de matones. Alejados del ruido, perfecto para los negocios. Para las suertes del chino no había atacado al sujeto ‘’¿Cuál nombre habían dicho?
–Ah, Ryuken –exclamó el jefe sonriente. Ofreciendo una mano para un apretón–. Llegaste antes de lo esperado. ¿Gustas algo de beber? Deberíamos ponernos cómodos.
En eso, pudo advertir desde la entrada como una figura familiar hacía acto de presencia, era el mismo tipo de antes. Parecía venir solo, sin esos guardias de antes. El azabache estuvo a punto de hacerse a un lado, pero su jefe lo miró serio ‘’Te quedas’’, pensó Yan tras leer la mirada de su patrón.
Cuando ambos se reunieran para acordar la información deberían pasar a un sector privado del local. Allí esperaban otro grupo de matones. Alejados del ruido, perfecto para los negocios. Para las suertes del chino no había atacado al sujeto ‘’¿Cuál nombre habían dicho?
–Ah, Ryuken –exclamó el jefe sonriente. Ofreciendo una mano para un apretón–. Llegaste antes de lo esperado. ¿Gustas algo de beber? Deberíamos ponernos cómodos.
Langzi · 26-30, M
–Recuérdame por qué estamos aquí –dijo él mirando al hombre de traje.
–Debo reunirme con alguien –respondió su jefe–. Hay algo de información que me gustaría y ya sabes; no viene mal traer al guardaespaldas.
Luego de eso el hombre sacó un cigarro y empezó a calar en frente de Yan. No estaba de ánimos. Luego de haber asesinado al tipo del departamento no podía dejar de pensar en aquello que habían dicho esos sujetos en el auto. Trató de ocultar su inquietud mirando a una de las prostitutas pasar por el bar en busca de hacer sus negocios.
El jefe al notarlo no pudo evitar reírse.
–¿Qué? ¿Nunca habías visto a una mujer usar una falda tan corta?
Yan no dijo nada. Tan solo negó con la cabeza.
[...]
–Debo reunirme con alguien –respondió su jefe–. Hay algo de información que me gustaría y ya sabes; no viene mal traer al guardaespaldas.
Luego de eso el hombre sacó un cigarro y empezó a calar en frente de Yan. No estaba de ánimos. Luego de haber asesinado al tipo del departamento no podía dejar de pensar en aquello que habían dicho esos sujetos en el auto. Trató de ocultar su inquietud mirando a una de las prostitutas pasar por el bar en busca de hacer sus negocios.
El jefe al notarlo no pudo evitar reírse.
–¿Qué? ¿Nunca habías visto a una mujer usar una falda tan corta?
Yan no dijo nada. Tan solo negó con la cabeza.
[...]
MaxitoMiyano · M
[...] Al cabo de un par de horas, ya habían limpiado la escena del crimen, eran bastante discretos y rápido. Los cadáveres los habían cortado y dejado dentro de bolsas de basura, cuales fueron recogidas por recolectores inocentes de lo ocurrido.
Ciertamente ese lugar no tenía mucho que ofrecer, pero era ideal para alquilarlo a un buen precio, total la zona era perfecta para el turismo, no se quedarán con las manos vacías, aunque el problema principal ahora era sacar el dinero por otro lado. Un pequeño préstamo entre "amigos" lo resolvería todo, o al menos eso pensó, así que acordó verse en un bar nocturno con uno de sus conocidos, allí harían el intercambio.
Tras caer la noche ya estaba en el lugar acordado, aunque un poco antes ya que debía reconocer al intermediario entre la multitud. No era un recinto tan grande, pero si había poca luz y muchos ebrios por doquier.-
Ciertamente ese lugar no tenía mucho que ofrecer, pero era ideal para alquilarlo a un buen precio, total la zona era perfecta para el turismo, no se quedarán con las manos vacías, aunque el problema principal ahora era sacar el dinero por otro lado. Un pequeño préstamo entre "amigos" lo resolvería todo, o al menos eso pensó, así que acordó verse en un bar nocturno con uno de sus conocidos, allí harían el intercambio.
Tras caer la noche ya estaba en el lugar acordado, aunque un poco antes ya que debía reconocer al intermediario entre la multitud. No era un recinto tan grande, pero si había poca luz y muchos ebrios por doquier.-
MaxitoMiyano · M
-Él por su parte no pretendía escuchar mucho las palabras de un extranjero, en ese aspecto los Japoneses eran bastante cerrados, así que procedió a rascarse el oído con su dedo meñique en señal de aburrimiento o más bien, ignorando todo lo que este tenía para decir. No fue hasta que aquel se dispuso a retirarse que volvió su atención a este, así como también a sus acompañantes, asumiendo que estos trabajan juntos.-
Ah... supongo. Matta nee~ -No expuso nada más y cuando el auto arrancó con aquellos sujetos, se relajó completamente, suspiró pesado y muy aliviado por la situación que había vivido. La habían sacado barata, al menos por ahora, sin embargo tenía que resolver ese problema con la deuda, no podía solo quedarse de brazos cruzados o pedir ayuda a alguien, no era esa su intención así que sin más subió donde sus compañeros para terminar de resolver ese pequeño problema.
[...]
Ah... supongo. Matta nee~ -No expuso nada más y cuando el auto arrancó con aquellos sujetos, se relajó completamente, suspiró pesado y muy aliviado por la situación que había vivido. La habían sacado barata, al menos por ahora, sin embargo tenía que resolver ese problema con la deuda, no podía solo quedarse de brazos cruzados o pedir ayuda a alguien, no era esa su intención así que sin más subió donde sus compañeros para terminar de resolver ese pequeño problema.
[...]
Langzi · 26-30, M
Advirtió entonces como un auto color negro se parqueaba cerca de la acera. Ya le habían dicho que irían por él una vez avisara que había acabado con el trabajo. Los hombres que bajaron eran altos, dos metros cada uno y musculosos.
Yan los saludó con un gesto de cabeza.
Volvió su atención al chico.
—¿Sabes? Tengo el presentimiento que nos volveremos a encontrar, hasta pronto, chico.
Sin más bajó del edificio y se adentró al vehículo. Los matones volvieron al auto. En lo que el auto arrancó el azabache interceptó algo que ellos hablaban. Aún si lo decían en japonés (creían que así Yan no los entendería por ser chino) él pudo entender un poco la conversación.
—«Ese era Saidai» —dijo el copiloto—, «El jefe se quiere meter en un problema grande».
Yan los saludó con un gesto de cabeza.
Volvió su atención al chico.
—¿Sabes? Tengo el presentimiento que nos volveremos a encontrar, hasta pronto, chico.
Sin más bajó del edificio y se adentró al vehículo. Los matones volvieron al auto. En lo que el auto arrancó el azabache interceptó algo que ellos hablaban. Aún si lo decían en japonés (creían que así Yan no los entendería por ser chino) él pudo entender un poco la conversación.
—«Ese era Saidai» —dijo el copiloto—, «El jefe se quiere meter en un problema grande».
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