Hello! No se si sabían, pero mi cuerpo necesita una fuente de magia para mantenerse en este mundo. Lamentablemente no tengo un mago que me provea dicha energía. -Empezando a rascar su cabeza, se sentía en un gran apuro.- Así que díganme; ¿nunca han querido un sirviente? -Menciona mientras extiende sus brazos hacia el frente, cómo si estuviera por abrazar a alguien.- Yo podría ser ese sirviente, no deberían pensarlo mucho, que sea una aventura para ambos.
Mi nombre es algo que no pienso revelar así por así. Soy simplemente un forajido, podrás conocerme de esa forma. O cómo bien te parezca. -Expresa su neutralidad ante la pregunta cual había eludido, el azabache no permitiría que supieran su nombre por algo tan simple cómo una presentación.-
