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-Observó con una singular curiosidad los movimientos realizados por su Master, alcanzando a abrir muy levemente sus ojos un poco más de lo normal, manteniéndose quieto en su posición. Al menos de momento, no era necesario realizar algún movimiento significativo dentro de aquel diálogo que sostenían ambas partes.

Luego de escuchar las palabras de Hellia, Karna pronto respondería, en una tácita forma de demostrar, que estaba de acuerdo con la forma de pensar que ella poseía.-

"Ya veo, ese es un buen punto. Éste tipo de experiencia nos servirá a ambos, de hecho, para cuando tengamos que enfrentarnos a los demás Servants y Masters. Así que.. Cuando quieras podemos hacerlo, Master."
─ ...

Al escuchar aquella respuesta silente se levantó de su asiento, apoyando luego los codos en la mesa para verle por un rato que antecedió una buena carcajada. Si bien podría ser divertido era bastante obvio que todo estaba bajo su control, pero en fin, si no era aburrido era lo que importaba. Compleja, la mente de los inmortales, se podría decir.

─ De qué forma más podría ponerte a la prueba sin el riego de salir en desventaja para mí? No me gusta confiar en lo desconocido, así que no me arriesgaré a un confronto cuando no tengo ni idea de tus capacidades, no les quito mérito, sólo prefiere estar segura de tus puntos fuertes y vice versa... Así veré como complementarlos.
-Enarqueó su ceja derecha al escuchar su respuesta. Si bien Karna tenía contemplado que tendría que usar sus habilidades, quizás en una mezcla entre exhibición y medición de su poderío, no esperaba que fuese su Master en persona, quien probaría el auténtico potencial de su Servant.

Clavó su afilada mirada azul en los ojos de ella, mientras que a su vez, terminó también de beber aquel vino en su copa, dejándola completamente vacía. Y fue entonces que, sin moverse de su posición, al menos de forma temporal, el albino replicó.-

"Ya veo. Es la primera vez que Master me estaría poniendo a prueba de ésta forma. Siendo así tu voluntad, yo he de aceptar con gusto"
No una respuesta inesperada pero suspiró como si ambicionara algo más o de eso tuviera expectativas. Al parecer su servant era sumamente reservado, no le disgustaba ya que lo compartían pero iba contra su naturaleza curiosa y era algo frustrante no quedar satisfecha.

Fue ante su última sentencia que su sonrisa se amplió con un rasgo de fiereza, clavando sus rubíes en él mientras terminaba su bebida de un sorbo, como si dijera algo de sumo interés para ella.

─ Oh... Hasta que no me parece mala idea ponerte a la prueba yo misma. Obviando que es puro desgaste de mi energía, vale la pena con saber de que eres capaz.

Resumiendo tomara aquello como una clase de entrenamiento entre ambos aunque justo como decía, el desgaste sería de su responsabilidad, no era tonta como para ignorarlo pero al fin, le era conveniente el desafío.
"Se podría decir que fue una vida "Normal" entre los demás. Lo único que resultó importante para mí, ha sido honrar el nombre de mi padre hasta el último momento."

-Mencionó de forma quizás neutral al respecto, aunque sus últimas palabras las pronunció con cierta devoción, una inquebrantable idolatría hacia su progenitor. Luego optó por beber un sorbo moderado de su copa de vino, cerrando sus azulados ojos mientras lo hacía. Pronto los abrió, retomando su mirada en los ojos de su Master, y al haber escuchado sus más recientes palabras, el albino replicó.-

"Por supuesto, aunque... En lo que respecta a mis habilidades, creo que es mejor que los puedas ver en persona, en lugar de describirlos, y en donde nadie más pueda ver, claro está."
─ Qué historia peculiar... Me pregunto que clase de vida tiene un hijo de un Dios en un mundo como éste.

Musitó casi murmurando mientras una sonrisa realzaba, como si aquello realmente fuera un asunto que le intrigara y más, dejando en claro que tal vez ella no perteneciera allí por como se expresara. No pensó mucho en los detalles y habiendo brindando no esperó más para llevar la copa a los labios, tomando un buen sorbo de la misma.

─ ... Quieres seguir contando? La noche es larga. Igual me gustaría saber de tus habilidades, me conviene, si vas a pelear conmigo.
-Observó detenidamente la forma en que Hellia vertia aquel licor en la copa designada para él. Y en el momento que ella empezó a hablar, elevó la dirección de su afilada mirada azul, para mirarla a sus ojos, manteniendo su característica serenidad e impasibilidad.-

"Ya veo. Que así sea entonces."

-Respondió, y accedió tácitamente a elevar un poco su copa con su licor para corresponder al brindis propuesto por su Master. Aunque no podía negar, que no era alguien muy elocuente que digamos, así que no pudo evitar expresar de forma no verbal, cierta inquietud respecto de relatar acerca de sí mismo, así que se tomó algunos segundos de silencio, para al menos poder empezar con algo, y a partir de ello, ir poco a poco desarrollando la caracterización de sí mismo, para su Master.-

"Veamos.. Yo provengo de la India, mi padre es el Dios Surya, y mi madre humana, Kunti. Ella tenía un Mantra, con el cual era capaz de copular, y tener hijos con un Dios."
En sumo silencio ella sostuvo aquella botella, empezando a verter el líquido carmín en la copa ajena, completamente fija en aquél hilo hasta que satisfecha dejó la botella por encima de la mesa, ignorando por completo su existencia.

─ Cuéntame más de ti, Karna. No me parece conveniente vivir en las sombras de la ignorancia en lo que toca mi ahora tan cercano servant. También habré de hablarte de mí pero por hoy, serás el protagonista de nuestra conversación.

Tomó su copa y la alzó un poco, con el obvio deseo de brindar.

─ Brindemos por nuestro encuentro y la fortuna que aún lograremos unidos.
-Escuchó detenidamente las palabras de Hellia. Al ver su gesto para que tomara asiento, Lancer no dudó en desplazarse hacia el asiento indicado para así sentarse en silencio y quietud, quedando en una posición erguida.

"De acuerdo."

-Asintió ante la interrogante de su Master. No es que fuese un buen bebedor durante su vida en tan distante pasado, pero consideró que hacerlo en esta ocasión, junto con ella, estaba bien. Alcanzó a abrir sus azulados ojos un poco más, mirando por un momento, con cierto ápice de curiosidad el color de aquel licor, el cual encontraba que estaba dotado de cierta elegancia.

Así, esperó con paciencia y en silencio, a que Hellia sirviera aquella copa de vino, alcanzando a explorar con su mirada, un poco de su alrededor, con la finalidad de ir reconociendo mejor la habitación, y por lo tanto, lo que vendría siendo el espacio personal de su invocadora, ante quien estaba dispuesto a demostrar una inquebrantable lealtad.-
─ Bienvenido a mis dominios acá, ahora tuyos también. Eres libre de hacer lo que quieras aquí, excepto tocar en mis perteneces personales.

Fue lo primero que dijo mientras tomaba asiento en una silla de la pequeña mesa que tenía en su habitación, en medio de la misma yacía una botella de vino y un par de tazas de cristal. Se sirvió y le señaló a que se sentara de desearlo, claro. Si bebía o no, eso ya no lo sabía.

─ Te sirvo?

Esperó la respuesta, reluctante y avergonzada de recibir una negativa. Había mucho para averiguar sobre todo aquél paralelismo donde se metiera, una guerra oculta de las miradas del mundo corriente. Arrebataría aquello su monotonía? Serviría para desquitar su rabia? Al menos lo intentaría?

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