« Back to Album
En completo silencio el caballero regresó hasta la mesa en la que le esperaba su compañera, y situó delante de ella una jarra de cerveza. En la otra mano sostenía la suya, la cual dejó frente al puesto que le correspondía.

Tomó asiento y pudo sentir su cuerpo relajándose. Tras un largo día de entrenamiento, agradecía profundamente estar sentado, incluso si era en aquella vieja y malograda silla de madera.
— ¿Por qué el arco? — Preguntó de pronto con un deje de intriga. Después de haber visto a la chica manejarse hábilmente con las cimitarras, no comprendió [...]
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
LancelotDuLac1570157 · 36-40, M
— Quizá. ¿Está mal conocer mejor a aquellos con quienes combatirás en el campo de batalla, y en quienes eventualmente confiarás tu vida? — Contestó como si fuera obvio lo que acababa de decir. Considerando que formaban parte de un selecto grupo de caballeros, quienes, además, eran los más allegados al rey, le parecía lo más congruente indagar sobre quién era, en general.

Quizá la muchacha aun no tuviera hambre, o esa impresión le daba por cómo no había puesto sus dedos sobre las hogazas de pan. Él, por su parte, sí lo estaba, y no esperó más. Dejó el tarro de cerveza sobre la mesa, agarró firmemente uno de los panes y lo partió en dos mitades para nada simétricas. Dejó una de ellas, la más grande, frente a sí, y la otra la empezó a despedazar lenta y cuidadosamente para irla comiendo poco a poco.

— Con respecto a lo otro, todos tenemos algo de bestias, en mayor o menor medida. Solo que a veces son otros quienes nos controlan, y a veces somos nosotros mismos.
This photo can't accept comments.