L-Lan Zhan~

—Murmuró suave, contra los labios del jade al tomar un breve respiro y volver a unirlos, perdido por completo de lo demás que no fuera él. Sentía el suave balanceo de la barca, su cuerpo terminar recostado y bajo el contrario, con sólo la luna, las estrellas y los loto de testigos en ese momento.

Las caricias arrancaron suaves suspiros de sus labios, enrojecidos por el beso tan apasionado, ligeramente hinchados, mientras su mirada se perdía de nuevo en la dorada del jade.—

Nada te lo impide, Lan Zhan~

-Los besos que el proporcionaban eran con frecuencias dulces y demandante. Húmedas en tonos rojos y a sabor a Loto. Refugio su lengua sobre la ajena enseñándole un par de lecciones por ser tan "parlanchina y de poco tacto". Permitió que su inclinación tomase lugar sobre la barca y entre ellos wei ying posaría. Siempre cuidaría de maniobrar lo de manera delicada, como el se lo merecía. Aun con el meseo natural de la barca supo sostenerse sin ser molesto.-

-Su mano delineo la pierna ajena, subió por un costado, paseo por su pecho de manera lenta y justo cuando toco el limite de la tela se separo.-

Deseo tomarte

—Sus labios se amoldaban perfectamente a los ajenos, siguiendo su pauta, deleitándose con el sabor de estos y olvidando siquiera la semilla cuando ya no hubiera rastro de esta.
Una de sus manos se apoyó sobre el hombro del jade mientras la otra mantenía su propio peso contra la barca en apoyo.
Al sentirlo separarse, pudo recuperar ligeramente el aliento, con un rubor notorio en sus mejillas mientras lo observaba, sonriendo ante sus palabras y esa posesividad que le dejaba tener sobre de sí, era suyo, no lo discutía.

Nuevamente volvía a responder el beso, tomando la libertad de volverlo más profundo y apasionado, queriendo demostrar todo lo que su pecho acumulaba y golpeaba con fuerza, un palpitar acelerado que lograba provocarle.—

Hum

-Probo a su lado el dulce sabor, e internarse ente un beso a sazonado. Cuido de su frágil pareja haciendo esto un proceso lento. Permitiendo que ambos disfrutaran e incluso jugaran con la semilla dentro de sus bocas. El jade dejo su peso sobre la mano recargada en el asiento de madera. Su libre ya ladeaba por el cuello, mentón y mejilla de WeiWuxian. Se separo justo cuando la semilla dejo de existir y no fue motivo de retroceso absoluto-

Hermoso

-Deslizo su pulgar por la mejilla pálida y semi rosadada del patriarca.-

Y mio

-Lan Wangji y su egoísmo con el mundo que rodea a su hombre. Volvió a besarle llevando su mano sobre su cabello, jugando con el y deleitándose ante su longitud y suavidad.

¿Verdad que saben muy bien?~

—Cuestionó suave, con la sonrisa que adornaba siempre sus labios, sin recibir respuesta pero si una sorpresiva y más íntima invitación a comer de nuevo.
Fueron microsegundos en qué miraba al jade antes de aceptar, separando los labios ligeramente para atrapar la semilla entre sus labios y los ajenos al ser tan pequeña, uniendolos en un beso.—

-Posiciono la misma entre sus propios labios impulsándose con elegancia sin ser brusco. Acuno su nuca sobre su palma y lo atrajo chocando la semilla sobre sus labios. Se quedo quieto mirándolo e invitándolo a comer con el; Un juego previo al atardecer. Si el conejo aceptaba comenzarían una danza lenta en donde una pequeña semillita haría la diferencia-

-Deslizo la semilla entre los labios de su pareja haciéndolo comer, se sentía satisfecho darle a probar los manjares que tanto disfrutaba. Hacer aprecio de su gracia gesticulada debido al toque natural y culinario. Wei Ying disfrutaba todo tipo de comidas y sabores, una carita para cada uno de sus platillos favoritos. Este en especial siendo silvestre atraía algo divertido, el muelle de Loto era especial y le gustaba convivir en el con "el". Se sentía familiarizado-

-Su trance cerro al ver la semilla hacia el, no se opuso abriendo sus labios y hacer que dicha entrara dentro de su boca. Comió lento deleitándose con los nuevos sabores. Lan era inexpresivo pero sus ojos denotaban calidez. Ese sabor neutro y suave entraría en los platillos relacionados a Gusu y a la vez tan lejanos a ellos. No tenían donde saquear un complemento clave para su cocina.-

Me gusta

-Tomo del Loto sacando una nueva semilla-

Mi turno

—Su admiración por el que era su hogar no cesaba, no importaba cuantod años pasarán, era incomparable a cualquier otro lugar con su belleza única, así como Gusu la propia.
Perdido en el espléndido cuadro, apenas si escuchó la voz del jade y giró a mirarlo, topandose con aquella semilla cerca de sus labios, sonríendo y abriendo los mismos para recibir aquel bocadillo peculiar. No demoró en tomar una del mismo tallo que el jade ya tenía, imitándolo e invitándolo a probar algo nuevo, acercando por igual está a sus labios.—

Abre~

—Musitó en un tono más cálido y jovial, sin borrar la sonrisa de sus labios una vez comió la propia y esperó por conocer la reacción ajena ante algo nuevo.—

-Con la ayuda de los remos guió la barca en dirección hacia el corazón del lugar. En efecto podía ver un mayor ejemplo de "flor de loto". El agua y el hecho que casi nadie los podía toma: mas oportunidades para desarrollarse y madurar. Un milagro del desarrollo natural lejos de los glotones como Wuxian-

-Detuvo el remo una vez se situaron sobre el sitio, aseguro los mismos para no perderlos en el agua. Dio un vistazo a la zona y se detuvo en el perfecto cuadro. Un pequeño niño de hebras negras como la noche, sonrisa deslumbrante como las estrellas y rodeado de perfectas flores y un ocaso exquisito-

Hermoso

-Susurro para el antes de levantarse y ser participe de la actividad. Observo y selecciono lo que creyó maduro a primera vista. Lo retiro del agua y lo guió hasta Wei Ying como si el mismo le estuviese dando un anillo de bodas-

Abre

-Extraña manera para llamarlo, tomo una de las semillas en dirección hacia sus labios-

En el centro, allá~

—Señaló al centro del lago, donde los loto eran grandes y más llamativos que en las orillas.
Se acomodó en aquella barca, dejándose dar el paseo mientras la suave brisa golpeaba su rostro y le dejaba en tranquilidad absoluta, sin duda disfrutaba esos momentos en qué dejaban Gusu y podían pasear con libertad, en especial porque muelle de loto era para eso, para ser totalmente libres.—