No quiero que cambies, te acepte tal y como eres... Pero no me enojare si una de estas noches te vistes así para mi, con las doradas sedas abrazando tu cuerpo mientras se amoldan a tus finas curvas

-deslizó sus manos frotando la cadera de su esposo, sin duda la ropa entre secta y secta es muy distinta no solo en material o color, sino en diseños y la ropa de los Jin siempre van preparadas para pensar con el segunda cabeza -

-Sonrrojo- eso me gusta y es mutuo...¿Quieres que me vista de oro A Ling? Puedo hcerlo y portar tu emblema con honor

Corrección, solo tu logras sacar a ese niño

-tomo su cintura apresandolo entre sus manos-

Me pregunto como te verás de dorado... Creo que hoy ando con ideas locas

-Besa su mejilla y le jala para arrepegarlo- a ling, eres todo un niño que adora ser mimado -beso sobre los labios-

Podría acostumbrarme a estos rincones si recibo tanta atención como ahora

-lo atrajo hasta el rincon con pequeños roces coquetos- estas molesto por que este sitio no tiene tanta luz como tus jardines?

-dejo de pensar en eso, la nueva propuesta sonaba mucho más interesante -

Si, si un día amor, pero por mientras te llevare al rincón del amor -bromea con el hecho llevándoselo hasta donde nadie pudiera molestarlos.-

Momentito! Algún día recordaré

-siguió pensativo mientras se dejaba llevar, aunque si lo olvido seguro no ha sido nada importante-

Mejor asi -se lo lleva aprovechando que no recuerda nada-