Cuando ella le pidió que le ayudase a ir a la habitación, una enorme mano junto con su brazo se extendieron ante su melliza, posando esa mirada firme y rojiza en la de ella, asintiendo y añadiendo.
—Ven, no hagas mucho esfuerzo, es claro que necesitas descansar. Nunca se ha dicho que la preñez de una cómo tú sea fácil por evidentes razones, pero bueno... Um, su nombre es Akasha, en uno de mis tantos viajes más allá de este plano sentí su esencia, y cuando estaba en una de mis tantas largas "siestas" decidió acercárseme, desde entonces destruimos todo aquello que corrompe los planos y los corroe.. Ella para mantener todo lo que es hermoso y yo pues... para saciar mi sed de lucha, y mantenerme despierto, estoy harto de caer en letargo, querida hermana. —
— ¿Hermanos menores? Hrrm, lamento no mostrarme tan animado ante la noticia, sabes más que bien que entre más no expandamos, más caos puede caer por sobre nosotros y los planos.. Es un tanto preocupante, espero puedas mantener sus cadenas atadas un poco. —
Dijo como siempre algo gruñón, y claro un tanto conflictuado ante lo dicho, por supuesto por las grandes batallas entre aquellos de su clase, donde se derramó sangre propia e inclusive murieron varios de su especie, aquellos que sin duda había sido llamado a proteger en antaño. Pero aquello era el pasado, la batalla contra la esencia de su padra habría abierto puertas para Alastair que nunca antes habrían existido para el simple monstruo que era en antaño.
— ¿Arya? Ya veo, pues.. mi guarida continúa dónde estaba antes, subterránea, abierta para aquellos sin deseos codiciosos u hostiles, puedes hacerle saber dónde me encuentro, Liannette, y así juzgaré sus propios deseos cómo lo hice en antaño con otros. —
Tendió la mano diestra hacia su hermano, buscando que este se acercase más y a su vez frunció el ceño.
— ¿Podrias ayudarme a ir a mi habitación? Por favor. Y mientras cuéntame de esa persona que conociste y que te ha ayudado mucho a cambiar. Ha despertado mi curiosidad.
— No estoy pidiendo que se le enseñe caos... Para eso yo tengo de sobra. Solo... Quiero que aprenda un poco de su tío, tal como aprendió Sieg de ti. Aunque también las chicas necesitan acercarse a su tío. De vez en cuando verás a la niña contigo.
Volvió a cruzarse de brazos, dejando estos mismos cerca de su vientre, cual si estuviera resguardandolo de cualquier peligro que pudiese suscitarse. Era una madre celosa y sobre protectora con sus pequeños y eso se notaba demasiado en sus actitudes y temperamento.
— Oh, cierto... Como has estado tanto tiempo fuera, seguramente no sabes la noticia. Tenemos hermanos menores. Tres mellizos. Arya es mi principal protegida, seguramente pronto vaya a visitarte.
Cerro pesadamente los ojos pues, a pesar de su temple y de siempre mostrarse firme, el cansancio por parte del embarazo se estaba haciendo evidente, ya que, como cualquier mujer, era normal padecerlo y más aún cuando eran dos pequeños wurm que se alimentaban de una manera bestial
— .. Hm, ¿Mellizos? Diría que es una coincidencia pero... Cuando luchamos con "él" entendí perfectamente que esas pocas veces existen.
Diría algo pensativo, mientras tomaba un suspiro suave, posando sus ojos acarminados en los de ella, frotando su mentón meditativo mientras esa enorme cola extraña se movía de lado a lado, arrastrado la pesadez de su punta por sobre el suelo, exhalando luego posó sus ojos en los de la albina, y acotó.
— Lo haré, pero quiero que sepas que esta vez no sólo he estado durmiendo. Encontré a alguien quien me ha ayudado a volverme más fuerte, y con ese alguien he viajado entre planos, y vivido aventuras extrañas e interesantes... Creo que ya no soy la Bestia que conociste, sin algún propósito... Tengo la fe de que ahora mi camino es menos caótico. Por ende su entrenamiento será distinto.
Corrigió a su mellizo, sonriendo del mismo modo, para que sus blancos y filosos colmillos quedaran a la vista, tal como los de él. Sus manos quedaron sobre su abultado vientre, el cual acarició con lentitud, con suavidad, como una típica madre queriendo darle cariño a sus dulces hijos.
— Solo sé que el pequeño quedará a tu cargo para entrenamiento. Pronto se elegirá al nuevo sucesor y mis nuevos hijos deberán competir al igual que los viejos y nuestros jóvenes hermanos.
— ¡Hahahaha! Por supuesto, por supuesto... ¿Soy a caso un ave de mal agüero? Siempre aparezco justo cuando las cosas están por estallar... Yo que creí que podría seguir viajando entre planos para eliminar lo burdo que trae la entropía.
Admitió el varón notando sin duda el vientre de su hermana, sonriendo con amplitud, y mostrando los filosos dientecillos del mellizo de la emperatriz, mientras sus ojos acarminados brillaban con intensidad.
— Por ahora todo está tranquilo... Pero quizás las cosas cambien con los días o los meses.
Descubrió su vientre, el cual estaba tras esos brazos cruzados, dejando a la vista de su mellizo ese ligeramente abultado abdomen que reflejaba que la mujer estaba encinta.
— ... Querida hermana, parece que nuevamente he sido despertado y esta vez espero para quedarme más tiempo. Noto que después del caos para el que fui necesitado, las cosas se han vuelto más calmas.
