El movimiento en sus labios fue suave como el fluir de un río a través del templado bosque hasta cualquier lago o laguna, correspondiendo al beso. Y al igual que ella, recargaría su frente, viendo a ninguna otra cosa, excepto a la mirada carmesí de su amada emperatriz.

— Ésa es la intención, Lia... de hacerte sentir tan cálida como sea posible, de hacerte sentir querida y que todo eso culmine en un estado de absoluta felicidad y paz.

Dijo con una elegante y suave sonrisa, mientras sentía cada reacción interna de la contraria al estar en contacto.

— Harás que termine ruborizándome, Melde

Tras ser apegada a él, rodeó su cuello con ambos brazos y dejó un último, pero pausado beso sobre sus labios; posteriormente, recargó la frente contra la de su adorado prometido.

— Y he de mantenerte cautivada eternamente, amor mío.

Comentó mientras recibía aquellos besos, los cuales no pudo responder oportunamente, excepto dando una sonrisa. Aunque se aferró a ella, abrazándola desde la cintura para juntar ambos cuerpos.

— Únicamente ante tus ojos, pues ante los míos tu eres la mujer más hermosa y atractiva del mundo.

— Así es, siempre serás atractivo ante mis ojos.

Correspondió el beso dado a sus labios y, como respuesta, le dio unos cuantos pero en todo su rostro.

— Eres el hombre más hermoso y atractivo del mundo. Me tienes cautivada.

Su piel adquirió algo de color al recibir el beso, se veía más vívido su rostro. Al igual que una sonrisa emergió de su tranquila expresión.

—Bueno... con o sin anteojos, siempre seré atractivo a tu vista.

Respondió para ahora ser él quien dase el beso sobre la mejilla contraria, aunque daría también un segundo beso sobre los labios ajenos.

— Claro, porque yo no tengo aumento, mi vista es perfecta. Solo es un accesorio.

Rio bajito, acercándose a su amado para darle un beso en la mejilla.

— Te ves atractivo con anteojos.

Tomó aquel par de anteojos desde las "patas" para así colocárselos como hacía con el par de gafas que solía usar en ciertas ocasiones.

— Siento que... les falta algo de aumento...

— Claro. — Se retira los anteojos y se los ofrece.

— Eso lo sé. Tal y como yo me pondría celosa si alguien te viera al desnudo.