— Bueno, pero yo sí sabía de la de ustedes y había un propósito que debía cumplir allí abajo. Ahora que estoy de vuelta, prometo que inclusive con mi forma más obscura he de honrar el nombre que llevamos. Es un gusto verte, mi querida melliza.
— Eso es porque no sabíamos de tu existencia. Pero al menos me alegro de haberte encontrado. Al parecer madre tenía otros planes para los dos. Pero finalmente, después de siglos, nos volvemos a ver, querido mellizo.
— Oh lo que menos hacía era dormitar, Liannette, solo tenía una labor que cumplir... Y ya ha caducado. Pero veo que tú y Caín se hicieron ricos en mi ausencia, y no hablo sólo de modo monetario.