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{ ¿Dónde escuchaste eso? ¿Derrotaron al tio y lo capturaron? }
 
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Erzebeth · 26-30, F
**Ella tan sólo lo mira, con un asomo de tristeza, pese a que intenta sonreír y corresponder aquellas atenciones.
Si bien, permite que limpie sus lágrimas, sabe que en dado momento de arrepentirá de mostrarse débil a aquella situación. No porque no confíe en él, sino, porque se espera cierta imbatibilidad de ella.
Mas a la mención del pastel de limón, ella asiente, con una sonrisa, a su pregunta e invitación. Levantándose después, aunque con desgana, disúesta a dar su mejor cara a la situación; para encaminarse a la salida de aquella habitación.**
LVK1572801 · 18-21, M
Él por su parte había "ignorado" aquella reacción de Teach, si bien se había dado cuenta de ese miedo y enojo por su parte, comprendía que en el estado en el que estaba su hermana no sería capaz de dañar aquella muñeca, quizás ni hasta tocarla, pero aún así la utilizó como objeto para calmarle ya que, en su cabeza aún la veía como una niña amante de las muñecas.
{ Ya eso pasó... } Musitó en un tono suave y fraternal mediante su mano libre ahora la ocupó para acariciar la mejilla de la menor con su pulgar, quitando aquellos residuos de líquido.
Si bien no tenía mucho para consolarle puesto que entendía que debió de ser algo muy traumático para ella, no desistió de esa idea, buscó con la mirada que podría ofrecerle en ese momento para calmar esa angustia en su interior. { ¿Sabes? En este lugar hacen un delicioso pastel de limón, esos de los que te gustan, ¿Quieres que vayamos por uno? }
Erzebeth · 26-30, F
(...)
retomar todo, y devolver a la usurpadora el dolor de su tía, multiplicado.**
Erzebeth · 26-30, F
**Entre sollozos, ella escucha lar palabras de su hermano, sintiendo esas caricias fraternales, que, hasta el momento no se daba cuenta de necesitarlas. No se percata que, cuando su hermano le arrebata la muñeca a su sirviente, este se irrita, por quitársela de las manos, y lo ve como si realmente fuese a maltratar a un ser querido. Ella sólo ve una muñeca rubia; que, aunque le produce cierto resquemor inexplicable, no la aparta de sí. Tan sólo limpia sus lágrimas, e intenta sonreír.**
Los gritos de tía Ash siguen resonando en mi cabeza... incluso sueño pesadillas con ello. **Musita, en una débil confesión que no se había atrevido, siquiera a decirle a Maximillian.
Antes de que él llegara, de sus inexplicables misiones, al ataque, fue ella quien se interpuso entre la chica y la usurpadora. Y, mientras corría hacia algún puerto, escuchó los gritos de su tía, al ser masacrada por Giselle. Es eso, lo que día a día, le hacen proponerse
(...)
LVK1572801 · 18-21, M
{ Hey... no... No llores por favor... } Comentó el príncipe algo desesperado por ver como su hermana se deprimió de un momento al otro, no entendía porque pero aún así trató de buscar la forma para consolarla. Así que procedió a estrecharla entre sus manos, como todo hermano protector mediante su diestra poco a poco fue peinando esa hermosa cabellera negra que tanto le recordaba a una muñeca de porcelana. { ¿Fue duro para ti lo que ocurrió en casa? Estás aquí conmigo, ya no tienes nada más que temer. Nadie te lastimará, eso de lo prometo. Ademas... } Estiró su mano para bruscamente arrebatarle aquella preciosa muñeca rubia que llevaba Teach siempre consigo para enseñársela { Madam se pondrá triste también si tu lo estás... Sonríe para Madam. }
Erzebeth · 26-30, F
**Sabe lo que escuchó, acerca de "ver su destino"; sin embargo, no tocará ese tema. Intuye, que, así como ella, su hermano también tienen habilidades a las que le teme, o como mínimo, le preocupan.
Lo que sí la sorprende, y la atrapa con la guardia baja, es el cambio de actitud de su hermano, viendo, por un momento a ese niño cariñoso que ella recordaba.
Eso, y que, en el momento no ve ninguna salida, no ve un futuro; los años en exilio, el tener que vivir cosas que, aún con la protección del Maximillian, le costó adaptarse; todo ello, por un momento la hacen sacar a la niña asustada que lleva dentro, y, cayendo de rodillas, rompe a llorar, recargándose en el hombro de su hermano.
Igual que él, lo había extrañado, y, aún extraña por igual a Krizthall, de quien no sabe nada. Y, con la usurpadora en su hogar, teme que le haya sucedido lo peor. Teme que esté ya muerta. Todo ello, hace no pueda contener el llanto, en esos momentos.**
LVK1572801 · 18-21, M
[...] Comentó el príncipe en un tono sumamente aniñado, acaramelado y pesado, puesto que todo eso de las formalidades no eran lo suyo, realmente estaba obligado a hacerlas porque Teach le había enseñado pero si fuese por él solo andaría por ahí, bailando y cantando, haciendo las cosas que realmente le gustan y apasionan. { ¿Uhum? ¿Destino? Yo no dije nada de eso. Tanto viaje te hace escuchar voces extrañas~ Hahaha~ } Por lo pronto se arrastró hasta la menor y en un gesto cariñoso se abrazó por sus caderas, para ahora usar las piernas de ella como almohada para su cabeza. { Mi linda y pequeña hermanita. Hacía mucho que no nos veíamos. Te extrañé mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho~ Ehe~ }
LVK1572801 · 18-21, M
Tanto él como su siervo observaron en silencio esa escena sin entender absolutamente nada de lo que estaban hablando, esto debido a que en aquel incidente ya no se encontraban en sus tierras, sino que ya tenían varios meses de haber desertado, sin embargo para el príncipe un sentimiento repentino de enojo se generó de un momento al otro ante esas palabras tan inocentes hacia su hermana y claro que no permitiría que nadie la use como una simple arma por mucho que desconociera ese peligroso poder.
No fue hasta que quedaron solos que por fin el príncipe pudo salir de ese papel diplomático. Tan solo se arrojó al suelo, para acomodar su cabeza como todo un niño sobre el regazo de su siervo, obligándole de manera casi instantánea a que acaricie sus cabellos. { Al fin se fue ese tonto hombre. Ya no soportaba tanta seriedad y prepotencia... } [...]
Erzebeth · 26-30, F
(...)
entiende que ambos son invitados, por lo que termina soltando a la chica, para seguirlo.**
¿A qué te refieres con ver su destino...? **Inquiere, con voz débil a su hermano.**
Erzebeth · 26-30, F
(...)
gigantesco incendio, causado por una niña pequeña, con un descontrol de su propia aura... tú. Asumo que ahora, ya tendrás un mejor control de eso... demuestra ese milagro que muchos hemos estado esperando desde la rebelión contra los dioses.
**Ella, al escuchar eso, tan sólo se queda con la mirada perdida, unos momentos. ¡No! ¿Por qué justamente le pide eso?** No puedo hacerlo... **Responde ella, con un leve musitar.**
Entonces has mentido...
¡Soy realmente quien digo ser! Pero no te daré lo que pides... eso no. No haré arder nada...
Si eres incapaz de controlar tu propia naturaleza, y le temes... ¿realmente eres apta para asumir lo que aspiras...?
**Tras decir ello, después de haber visto el temor, en los ojos de la princesa, en cuanto hablaron de su poder, sale de la habitación, dejando solos a ambos hermanos; ya que, ante las palabras del príncipe,
(...)

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