Soy un asiático, un chino para ser precisos. -El monje budista observa al occidental que estaba orando y le interrumpió con su presencia. El inmortal cuya apariencia es un mono humanoide con rasgos asiáticos y de cabello dorado. -Viendolo que se dirige hacia su caballo y desata las cuerdas.- ¿Yo, un mercader? Ahahahaha!. -Se rié un poco.- No, soy un monje budista y un rey guerrero.