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YuukiKuran · F
[i][b]([/b][u]Rol Mode Off:[/u] Bueno, espero verle por aquí ya que no me gustaría perderle el hilo a esta historia con usted.[b])[/b][/i]

El caballero Sangre Pura captó que ella no deseaba hablar de sus perseguidores y definitivamente no inmutaría su expresión al cambio repentino de ayudador por parte de él. Entonces es inteligente y cautelosa, está bien para ser una chica joven y perdida, según él. Entonces, sin ignorar la situación y al pequeño animal hablador en el hombro de la joven, el hombre no infringió su temple y respondió:

― Soy el consejero del gobernador de este lugar, Shoto Isaya, mucho gusto. ― Diciendo esto, le hizo una pequeña reverencia, clásico saludo en los japoneses y continuó: ― Cerca de aquí se encuentra un prestigioso instituto, la seguridad ahí es absoluta. Si desea, acompáñeme y ahí esperamos al líder. ― Al término de sus palabras, colocó la mano izquierda en la espalda y le extendió la mano derecha, pose tradicional de un caballero, así esperó la respuesta de la joven dama.
YuukiKuran · F
[i][b]([/b][u]Rol Mode Off:[/u] Descuide, mas bien me da mucho gusto encontrarla de nuevo. Me alegra que la hayan obligado a regresar y lo que más me interesa, ¿continuará por aquí?[b])[/b][/i]

El caballero la escuchó atentamente y con toda su atención, asimismo, no le sorprendió al saber por parte de ella que era perseguida; realmente le parecía una pequeña niña al igual que a la hija de sus mejores amigos, pero este retoño ya había crecido y transformado en una hermosa mujer, pero esto no impedía el parecido entre ella y la joven desconocida.

― No sabría decirle. ― Respondió a la interrogante y continuó: ― ¿Huía? ¿Puedo saber de quienes…? ― Diciendo esto, se retiró del poste y se acercó un poco más a la joven y agregó su palabrería:
― Tal vez esté en mi poderío el ayudarla. ― Al término, le regaló una pequeña pero tierna sonrisa, cual no destruyó su fría y seria mirada, mas su rostro se transformó en un temple cálido y honesto.
RobertLingdon · 31-35, M
[i][c=#0000e5]\Las mano estaban en los bolsillos, sus ojos plateados observaban con calma a la muchacha y al oírle una pequeña sonrisa fugaz le accedio antes de hablar, diciendo\[/c]

[b]¿No cree que es un poco tarde para que una dama esté afuera? Podría alguien hacerle algo.[/b]

[c=#0000e5]\Alguien que no era él, claro estaba pero que los serafines de Joam no dejarían a nadie fuera... No ahora que planeaban su intromisión a la tierra. así que su sonrisa ligera se volvió a los labios, a pesar de que en sus ojos ya no había cordialidad, no quería que nadie saliera herido\[/c][/i]
[Ella volvió a asentir a aquella pregunta, incluso amplió su sonrisa con ligereza y señaló al pequeño que yacía en los brazos de la joven]

Insisto, nevará por la noche, tu y el pequeñito de ahí podrían morir congelados. Vamos

[Y se dio la vuelta, esperando por ambos]
[b]Rol Mode Off[/b]: [c=#60BFBF]No se preocupe, entiendo.
[/c]
[b]Rol Mode On:[/b]

El hambre volvió con ganas a ver tremendo postre. Últimamente solo tomaba sopa o algún estofado. No sé podía quejar. Era lo que le ofrecían los pastores con la mejor de las intenciones pero hace mucho tiempo que no comía algún dulce. Todo el dinero que se le era dado yacía en habitaciones en motel. Estaba contenta. Se le podía notar con facilidad.

[c=#608FBF]Huele delicioso.[/c]
RobertLingdon · 31-35, M
Game Out: a veces sucede... Como en mi caso. Lamento la demora.

[i][c=#0000E5]\Pero no era humano, no de todo... Aquel sujeto, con las manos enguantadas podía ver lo que otros no, en sus ojos plateados aquel "animal" le pareció interesante así que, andando a pasos elegantes, serenos, firmes... Aun los pasos de un ángel se acercó hasta ella, sonriendo, como siempre lo hacía y le dijo con la voz cálida, amable, hermosa...\[/c]

[b]¿Vives en el parque?[/b][/i]
[c=#802D80][Solo acotó encogerse de hombros al primer toque escuchando y mirando al cielo, era cierto, pronto oscurecería y la nieve vendría así que lo primero que se le ocurrio fue...][/c]

[i]Por qué no pasan la nocehe en mi apartamento ustedes dos hoy? Mañana podrían buscar algo.[/i]
[c=#802D80]
[No estaba pensando demasiado, sabía que podía atacarle aquella chica pero haber tomado aquel gatito le resultaba algo para bajar la guardia, así que sonrió un poco y, observando a la chica le dijo][/c]

[i]Que dices? Por la noche nevará.[/i]
GalileoGalione1533587 · 26-30, M
[b][i][c=#608FBF]Off: Claro.

--Y de nueva cuenta el sol volvió a salir de nuevo anunciando el inicio de un nuevo día en la tierra.

Algunos agradecían ya que era un día mas que eran bendecidos con la vida nuevamente, otros por desgracia la habían perdido en las garras de la noche, pero era tiempo de continuar, pasar las penurias y comenzar con el pie derecho el nuevo día para crear en este nuevos recuerdos, bueno por lo menos eso pensaba el, repitiendo aquello como un mantra para llenarse de confianza y sonreír como siempre lo hacia, el sol perfilaba en el horizonte caminando lentamente por el cielo iluminando por los pasajes que lo llevaban a su destino ya marcado, siempre feliz y agradecido de tan hermoso amanecer que tenia ahora la buena fortuna de contemplar.
Un nuevo día había comenzado en su vida.

Su apariencia no variaba de cualquier ser humano, una altura promedio para su constitución, 1.82 metros de altura y un peso acorde a este, 86 kilogramos de peso, ni un gramo de mas, aunque la verdad a simple vista podría verse algo escuálido pero no le importaba en lo mas mínimo mientras estuviera con buena salud estaba bien su figura no le importaba siempre y cuando le bastara para continuar haciendo lo que le gustaba, un cabello de color rubio cenizo no muy largo, este le llegaba solamente hasta donde terminaba el cuello, ojos de un color azul, como si ambos fueran dos fragmentos de un cielo azul libre de nubes los cuales fueron arrancados del manto celeste y colocados en aquel joven hombre, sin embargo estos estaban protegidos por una gafas de media luna de cristal transparente, al parecer estos no eran usados para ver mejor si no que solo estaban de ornato o tal vez pudieran ser lentes de lectura, en lo que respecta al resto de su rostro podría decir que este era normal, piel un tanto nívea sin llegar a ser pálida, pero sin embargo, algunas cuantas cicatrices adornaban su rostro, no eran graves pero tenían tiempo de haber sido hechas, al parecer él era del tipo de personas que se exponía al mundo exterior.

Su vestimenta también no era a lo cual destacar, el estaba vestido con un pantalón de color negro hecho de mezclilla, este al parecer se encontraba sucio por circunstancias desconocidas y algunos agujeros se hacían notar en el, pero sin ser necesariamente notorios, unos tenis que al parecer fueron blancos en un inicio ya que ahora se encontraban llenos de tierra manchando por completo estos y arriba de su torso, una camisa blanca de manga corta era lo único que tenia puesto, esta tampoco tenia pinta de ser nueva, se notaban las constantes lavadas y un tanto de suciedad marcada en este, también a simple vista se notaba que el era de los que no ponían mucho empeño en su apariencia.

El caminaba con algo en brazos, eso era una gran pila de libros amontonados, eran muy gruesos y en gran cantidad por lo cual casi le cubrían los ojos y el rostro pero solamente llegaba hasta su barbilla, pero no le importaba tampoco en lo mas mínimo, se notaba que era uno de los que les apasionaba la lectura, ya que los cargaba sin quejarse, solo con aquella gran sonrisa en su rostro.--[/c][/i][/b]
YuukiKuran · F
[i][b]([/b][u]Rol[/u] [u]Mode[/u] [u]Off:[/u] Gracias.[b])[/b][/i]

La frase de la joven causó gracia en el caballero el cual se mantenía oculto tras un temple impávido y frio, más su mirada expresaba un maravilloso mundo donde cualquier ser podría explorar desde el horror hasta el amor. Escuchó la pregunta a la cual no respondió ya que mientras ella interrogaba el hombre contemplaba a la chica con una mirada tierna mezclada con marrullería, ya que no solo observaba penetrantemente el rostro de la doncella, sino que no se le perdía de vista ese ser interior en ella y al murciélago. Pasado un lapso de tiempo, se digno a responderle a la joven nuevamente en un tono suave, más muy directo:
– Notoriamente. Desde el instante en que llegó a toda prisa a este lugar hablando, supongo que con “alguien”, ahora que sé que no es el aire con quien habla gracias su palabra y a sus ojos. –

Emitió el hombre con toda sinceridad, él podría verse misterioso y aunque tuviese un aspecto frágil y elegante, podría ser la más terrible pesadilla de cualquier individuo, inclusive hasta para el mismo demonio. ¿Qué podrá ser él? Realmente nadie lo sabía, podría decirse que es el guardián de la ciudad más no lo es y podría tratar con más suavidad y ternura a la forasteras ya que él es todo un “caballero puro y original” que no hace acepción de personas, más ella era misteriosa y bastante sospechosa. Tenía sus motivos para tratar a la damisela, asimismo, esta noche podría no haber nadie más quien camine sobre la superficie de la ciudad, sin embargo, apaciguó sus especulaciones y optó por la decisión de preguntar primero y luego disparar. Cómodamente recostado al poste de luz, entrecruzó sus brazos al nivel del pecho y soltó la palabra:
– A la ocasión, ¿A qué se debe su espontánea visita a este imperio? –