—Irresponsables tus patas. (?)— lo dijo con el mismo cariño que ella pensó le dedicaba. O quizá no. (?)

Lo que sí le parecía un insulto era pensar que ella era una mala bebedora como para vómitar, pasaba de todo en sus borracheras, pero nunca algo como eso.

—¿Por quién me tomas? Yo se como beber. Jm.

— Esa es la actitud. Maldita ebria irresponsable. —

Era un insulto, sí, pero dicho con un tono que dejaba en claro que lo pronunciaba con cierto cariño y camaradería.

— No me vayas a vomitar la espalda, Cachorro. —

—Un poco de esto.. Un poco de aquello. ~

Le sonrío ladina, si estaba más ebria de lo normal, pero aun era juiciosa, su talento era beber y no caer tan fácilmente. Con la posición, solo le quedó columpiar los pies.

—¿Dinero? ¿Que es eso? No se ocupa... Vamos por licor que yo me encargo.

— ¿Acaso estás de perezosa o te me has vuelto a adelantar con lo de ponerte como una cuba? —
Le reprochó echándose la carcajada, pero no por ello dudó en alzarla como le exigía, tomándola con ambas manos de las nalgas, cargándola como una niña pequeña.
— ¿Traes dinero? Sino deberemos robarnos las cervezas... No es que me joda, a decir verdad. —

—¡Pará eso son pero se piden!— De mala gana se tuvo que mover para intentar patearlo. Al no poder se recostó de nuevo y solo alzo un brazo para llamarlo. —Si, pero cargarme... Estoy derretida. (?)

— ¿Al final tú también acabaste de exhibicionista? Vamos a beber, Cachorro. —
Acto seguido alzó su mano, golpeando aquella retaguardia, buscando dejar sus dedos marcados en aquella inmensidad.