—... Jm.— Sonrío de medio labio, se estaba preparando internamente a su siguiente movida. Un suspiro basto para abandonar todo rastro de hermandad en ella. Mostraría un lado que ninguno había visto ¿Y quien mejor para desatar su oscuridad que aquella quien la conocía casi en todo?

Se dejo amarrar, dejó que jugará con ella, todo sería parte de un plan mayor; mordió su propio labio inferior, tratando de contener la emoción. Sus brazos unidos se alzaron, como si le dejaran el camino libre a la mayor. Un respiro más y el escalofrío recorrió su piel al cruzar alientos. Aquel susurro era su señal, bajo brazos de nuevo, como si la abrazara. Aprovecho la cercanía para asegurarse que no se alejara hasta que ella fuera escuchada, y aún con las manos atadas, se las arreglo para que una de ellas sujetará el cabello azabache, no lo jalo, solo lo hizo suyo un momento.

—Me pondré sería, si tanto me querías así, debiste decirlo.~

Fue para ella solo un juego, pero aun así, no se dejaría vencer