Ya me siento mal, un delincuente.

—Tienes razón... No se en que estaba pensando. (?) Tendré que cuidarme de ti.

Ves que no tengo botas y esperas que tenga dinero. Me ofendes (?)

—No... Más bien, soy una carterista experta.— Saco de su bolsillo la cartera del contrario, claro que se la entrego, aun que de mala gana. —Estaba vacía... Así no me sirven. (?)

Eres la consentida.

—Ventajas de tener muchos hermanos a quienes robarles el dinero. (?)

El rico humillando al pobre. Uno que sólo usa el transporte público.