—Liv.— Tras un suspiro más pesado que la tensión en el aire, se acercó a Hidori con toda la normalidad. —Bien supongo que tu eres el apoyo, así que andando, tenemos un casino que estafar y un buffet que asaltar. (?)

Tomó a la chica por el brazo, involucrandola de lleno en el plan que ni ella sabía de qué se trataba o como sería ejecutado. Y si le faltaron esos detalles, era obvio que tampoco sabría que su ahora socia era solo una civil.

—Yo iré al buffet y tu apaga las cámaras, noquea a los de seguridad, abre la bóveda, juegas bingo, robas todo y me ayudas a cargar los camarones. ¿Entendido?

Hidori ¿y tu? - Comprendió en un momento que no debía ser tan formal con la mujer de cabellos blancos, parecía ser que no disfrutaba mucho de aquella elegancia. -

—... Eso esta peor.— Definitivamente no era alguien de formas ni modales, la reverencia solo la incomodo más. —Mejor solo... Olvídalo, niña. (?) ¿Tu nombre?

Lo siento, lo siento

- Uso el índice para cruzar sus propios labios como si cerrara una cremallera y luego hizo una reverencia a manera de disculpa -

—Sibis qui dibimis infiltrinis... ¡Yo se que debemos hacer!— en realidad no sabe. —¿Pero por que carajos con esto puesto? Pude usar short.

Volteo a ver a la chica, su sonrisa era fingida y su mirada casi podría decirle cuanto deseaba matarla y luego morir.

—No digas eso de nuevo. Por piedad... (?)

—Sabes que debemos infiltrarnos en aquel casino pantalla. Tienes que camuflarte entre esta gente —volvió hacia ella con una mirada de oblicuo sin expresión—. Cuando terminemos podrás andar incluso en pelotas.

Que bonito vestido!