-Entre tirón y tirón, no podía evitar reír divertida, le gustaba ese tipo de entereza en los hombres, más cuando se atrevían a demandar de forma egoísta que ocupara su boca, morbosa con un toque perverso se atreve a darse un paseo manual por la entrepierna de tan mal portado rey; le mete tremendo apretón, manteniendo una posición dominante en todo momento. Sobresale la bífida lengua relamiendo con viscosa saliva entre los labios contrarios, brindando su caliente aliento.- Hehehe.. ¿De verdad dejaras que todos vean tu vergota? No seas estúpido, podrían odiarme y bueno espantar a tus prometidas.~
Escuchar sus reclamos, ver sus acciones así como cada aspecto de su altaneria, no era más que interesante. Rio un poco solo para.volver a jalar de la correa, esta vez con la intención de acercarla a su propio cuerpo, de esa forma le permitió ver mejor su rostro, solo para después susurrar. — Mi arrogancia es parte de mi mujer, sea que hayas chupado o no, eso poco importa ¿Deseas alimento? No sé que esperas para tomarlo.—
¿Obediente? ¿Premio? ¡Deja tu arrogancia, está bien que te haya chupado la verga un rato, pero creo que aún no entiendes, si no me alimentas correctamente no podrás tenerme. - Ególatra sin ápice de lastima o sumisión se reincorporaba para dar un fuerte tirón de la correa; aprovechando que aún la sostenía le atrajo de forma directa hacía ella.- Mejor se bueno y aliméntame en vez de creer que soy una puta más. ¿Eh?
- Poco le importaron sus reclamos, ya que jalo de la correa al instante.- Cierra la boca y camina mujer ¿Acaso no deseas tu premio? Anda, solo se obediente y te daré el alimento que tanto buscas.
Eso lo se, no me queda duda sobre ello, no por nada eres un diamante en bruto. En cuanto a tu petición, no me pidas imposibles, aún debo sacarte a pasear.
