Soy la excepción a la regla.

Hasta ahora sólo han sido palabras. Y en mi experiencia, demonio que habla, jamás muerde.

Entonces tienes carácter. Digna hija de tu madre, lengua filosa; ya veremos si también heredaste la astucia de tu padre. Creo que puede ser divertido jugar a un juego contigo... Veremos si después de eso sigues considerando que no valgo la pena. O si te cuestionan aquello.

Soy lo suficiente madurita para decidir cuando arriesgarme y cuando no hacerlo. Y tú, príncipe demonio, eres una apuesta que no vale la pena correr. Valiente serías si lo dijeras porque sí.

¡Jajajá! Mierda, princesa... ¿De qué hablas? Soy un demonio, un príncipe demonio, ¿no es ser despiadado lo que se espera de mi? Deberías ser más valiente, eso solo me hace ver que la pequeña Daenerys aún es la nena de papá. Es una lástima, te pensaba madurita.

Con tu historial pacífico, prefiero quedarme con la duda. Pero puedes hacer cita con mis padres. ~

¿Crees que te lo diré así porque sí? Deberías venir y averiguarlo, princesa. Prometo no arrancarte la cabeza.

¿Y tienes cola, aletas o branquias?

Fui bien dotado, sí. También creciste para volverte una mujer atractiva.

¿Quién diría que el Rey de los mares resultó ser... atractivo?