[code]El súper héroe de Paris se presentó con una carismática sonrisa, aunque claro su mirada era más amable de lo usual. – Escuche que no la estás pasando bien y ya que tú padre casi nos casa, me siento en la necesidad y obligación de preocuparme por mi ex futura esposa. – Intento hacerla reír con sus comentarios. - ¿Quieres acompañarme a dar una vuelta? – Le extendió la diestra con gentileza. – Escuche del revuelo con tus amigos, ¿pero sabes qué? No es malo guardar secretos para uno mismo, es necesario y sano también, eso no te hace deshonesta Marinette. – Le sonrió entrecerrando los ojos. [/code]

Jamás pensó que ser la guardiana era tan difícil, no quería defraudar al maestro Fu y tampoco Chat noir, pero a veces pensaba que todo era demasiado. No podía tener una relación, tenía que mentirles a sus amigas y familia. Intentaba ser la Marinette de siempre, alegre y todo, pero había días que solo quería llorar. Hasta tan sumida en su tristeza, que al sentir un golpe en su puerta, la hizo sobresaltar, al mismo tiempo que los kwamis se escondian. ¿Quién podía ser? Se acercó, abriendo la puerta y sus ojos se abrieron debido a la sorpresa. – ¿Chat Noir? ¿Qué haces acá? – preguntó con curiosidad. ¿Acaso había aparecido un Akuma cerca? Aunque no lo creía, todo parecía muy tranquilo.

[code]Últimamente Marinette se encontraba en problemas, se le veía cabizbaja en la academia o distante, alejada de sus amigos. Y ya que Marinette tenía cierta “admiración” por Chat Noir, el joven opto por hacerle una visita sorpresa para intentar animarla, espero a que fuera de noche y toco inmediatamente la puerta que daba hacia la azotea de la joven, aquella en la cual ambos habían compartido sus penas y hasta un pequeño romance provocado por el padre de ella.- ¿Alguien ordeno un guapo súper héroe por Amazon? – Bromeo un poco hablando por detrás de la puerta haciendo el tonto como de costumbre. [/code]