Ciertamente, la marioneta era tal y como lo había descrito su creadora, incluso más de lo que esperaba. Pero, por más que hubiese una amistad entre el devorador y el cazador, sabe que su trato con Lumiel debe ser propio pues ella ciertamente se miraba como una entidad aparte.
—Te iré a buscar, será divertido.
Más que por sexo, parecía cual si fuese alguna clase de ¿Cita? Quizás era la mejor forma de ponerlo.
Notó la risa lo que haría que elevara una de sus cejas y después desvío la mirada pensando que tal vez era su sonrisa de pervertido qué todos tenían una distinta — Por supuesto, puedes hacerlo, en la tarjeta que te di está mi número telefónico y la dirección del departamento en el cual me estoy hospedando qué obviamente no será ahí para ser un demonio se había sabido adaptado muy bien al entorno lujoso.
—No estés muy confiada en ello, pero, prefiero que lo descubras.
Una risa emergió de sus labios, mostraba una marcada confianza más no por ello arrogancia. Ante esto, se quedó pensando por unos segundos, viendo que... Posiblemente no tengan el mejor espacio en este sitio, demasiados ojos, mucha incomodidad.
—No tengo problema con eso aunque...estoy más que segura que no ocurrirá nada más. Ahora bien ¿Donde será el encuentro? ¿Aquí? O tienes algún otro lugar en mente había algunos clientes que les gustaba el público, por alguna extraña razón amaban que les vieran mientras eran "mimados" por la demonio
— Oh... Ya veo, si es con penetración esos servicios los ofrecen otro tipo de chicas, pero si únicamente tus gustos se reducen al golpeteo como literal sentones pues te cobraría 500 monedas de oro por la ilusión y 1000 por la real
Bien, tenia dos fortunas, que uno fuese real, y haber reunido dinero de su ultima incursion... si, podria gastarlo en armamento pero hay cosas mucho mejores e importantes que el simple hecho de tener cosas para pelear.
-La cara es buena idea, ¿Y si quiero sobre la pelvis?
La marioneta sacaría de su generoso escote una tarjeta de presentación hermosa y elegantemente adornada en la cual estaban los precios de los servicios qué ofrecía ese día
- sentón en la cara (bella ilusión) 500 monedas de oro
- sentón en la cara (realidad impactante) 1000 monedas de oro
