@Lᴜɪɢɪ ᴹᵃʳᶤᵒ ᴮʳᵒˢ: Sí, provengo de otro mundo. El Mundo Exterior donde hay varias razas de inmortales y la mía es la edeniana que descendemos de los dioses. -La Edeniana coloca su mano sobre el hombro del contrario para que el joven humano se calme y entre en confianza con ella.- Gracias, comparto las cualidades de mi nombre. Me refiero a la piedra Jade. Luigi es un nombre muy bonito, tengo aliados que son de Estados Unidos. Oh, me encantaría visitar el Reino Champiñon. El gusto es todo mío. -Su mano abandona el hombro ajena para tomar la mano del contrario y estrecharla en saludo, viendolo cómo si se pone en puntillas. Realmente, Luigi es adorable y amistoso.-
— Oh...¿Provienes de otro mundo? — Aquello explicaba en cierta forma la apariencia de la joven, por lo que Luigi fue calmándose poco a poco, además de la amabilidad de ella al comunicarse con él, no pudiendo evitar sentirse avergonzado consigo mismo al mostrarse tan atemorizado ante ella. — Perdone...Jeje. Ya-Ya estoy más tranquilo. ¡Oh! ¡Es un nombre muy lindo! Me llamo Luigi, nací en la ciudad de Brooklyn en New York, pero vivo en el Reino Champiñón. ¡U-Un placer! — Extendió su palma ante ella y tuvo que ponerse de puntitas, en un intento de verse más alto y seguo de sí mismo frente a la guerrera.
-La guerrera edeniana percibe el nerviosismo en el hombre humano hasta su notable tímidez y corazón puro que decide guardar sus armas: su bastón Bo que se pliega al igual que el boomerang de 3 cuchillas en cada costado de su cuerpo. No puede negar que el joven heroé es muy adorable en cuanto a su tímidez.- Lo siento... No debe temer, soy de las buenas... Habia visto esa plantita con sólo 3 hojas, en mi reino no hay... tréboles. Habia oído que atraen la suerte o algo así. Por cierto, mi nombre es Jade. Soy edeniana de un mundo llamado el Mundo Exterior. ¿Puede saber su nombre?.
— ¿Eh? — Levantó su mirada y al encontrarse ante aquella guerrera de alta estatura, se sintió intimidado y nervioso, poniéndose lentamente de pie sin apartar su mirada de ella, ya que temía de que, si llegara a desviar su mirada, ella pudiera atacarle. No obstante, al captar la pregunta formulada por ella sobre el trébol que sostenía en sus manos, el fontanero asintió con la cabeza, con algo de timidez. — Bu-Bueno...Eso ocurre con los tréboles de 4 hojas...
